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Hace casi 10 años, Thierry Frémaux (actual director del Festival de Cannes y del Instituto Lumière de Lyon) estrenó en cines ¡Lumière! Comienza la aventura, una cinta en la que se proyectaban pequeñas películas rodadas por Auguste y Louis Lumière, maestros y principales creadores del cinematógrafo.Narrado por el mismo Frémaux, el director francés vuelve a la carga con una nueva serie de cortos de los Lumière con ¡Lumière! La aventura continúa.

Thierry Frémaux, un apasionado del cine de los hermanos Lumière, continúa el recorrido por su filmografía con un nuevo centenar de obras, restauradas y rodadas durante los primeros años tras la creación del séptimo arte. En estos cortometrajes se puede observar pequeñas escenas de la vida cotidiana de la sociedad francesa de los últimos años del siglo XIX y primeros años del siglo XX.

De ¡Lumière! La aventura continua lo que más podemos destacar es la pasión que derrocha Frémaux con respecto a estas obras. La reflexión que realiza el actual director del Festival de Cannes a lo largo del largometraje deja claro, más allá de su conocimiento sobre los fundadores del séptimo arte, una profunda consideración sobre la creación y la evolución del cine.
Esta ¡Lumière! La aventura continua es toda una oda a la creación sin artificios, a los orígenes del cine como verdaderos motores y espejos de la sociedad del momento, y a la sencillez como elemento fundamental para el realismo. Frémaux se encarga de explicar dichas piezas, relacionarlas con el contexto histórico en el que se enmarcan y destacar sus grandes fortalezas frente al cine actual. Todo ello realizado de una forma excepcional, como cabría esperar de un experto como él.

Más allá de dichas reflexiones, la película tiene un gran valor como obra fundacional sobre los orígenes del cine, pero no va más allá de ese hecho. Al fin y al cabo, ¡Lumière! La aventura continua no deja de ser un documental sobre las primeras obras de los directores más importantes de la historia del séptimo arte. Por lo tanto, se trata de una sucesión de pequeñas escenas creadas en los orígenes del cine que juntas forman una curiosa obra, más de carácter informativo/educativo que como un entretenimiento.

Por ello, ¡Lumière! La aventura continua es una película perfecta para los amantes del cine clásico (pero clásico, clásico) y particularmente de los hermanos Lumière, pero no es una cinta dedicada al gran público (ni tampoco pretende serlo). Su función como documentos de los inicios del cine es fundamental y su mayor valor, a la par que los comentarios de su director, Thierry Frémaux. Una obra importantísima para los amantes de los orígenes y primeros años del séptimo arte.
