3 Butacas de 5
Una madre (Halle Berry) y sus dos hijos viven en una cabaña en el bosque acechados por el mal y cada vez que van al exterior deben estar sujetos por una cuerda para que la amenaza no se desate, pero un día, uno de los niños se pregunta si el mal es real.
El terror surge en la nueva película de Alexandre Aja desde la macabra naturaleza de la historia: una casa aislada en un bosque en que ocurren cosas terribles. La atmósfera del horror forestal y ese retrato de la locura me cautivan permitiéndome obviar la inverosimilitud del método de la cuerda que da nombre a la película, así como su irregular final.
Nunca te sueltes recuerda de inmediato a la inolvidable El bosque (2004) de M. Night Shyamalan, por esa incertidumbre fruto del aislamiento que sufren sus personajes. La propuesta del director francés es tan única como el resto de su filmografía, y, aunque quizá esta vez no resuelve tan exquisito como en sus mejores películas, se sustenta en un guion con giros narrativos interesantes y mantiene su indudable talento en la construcción de la tensión, otorgando escenas realmente terroríficas.
Igual —o más— que en Infierno bajo el agua (2019) o Las colinas tienen ojos (2006), la familia es fundamental para la historia. Esa dinámica en que una fuerza externa destruye el núcleo familiar para remarcar la importancia de su vínculo se repite en Nunca te sueltes para construir un subtexto bastante dramático alrededor de sus personajes, que eleva un poco esta sencilla película de terror en una sola ubicación.