3´5 Butacas de 5
Ben Affleck está de vuelta a nuestras pantallas. El protagonista de cintas como Perdida o El indomable Will Hunting vuelve al mundo de la interpretación este 2020, tras pasar años detrás de las cámaras. Su victoria en los Oscars con su debut en la dirección (Argo) hizo que el actor se despegara de ese ámbito para centrarse en la producción y la dirección, y no le ha ido del todo mal. Después de su trastocado paso por el universo DC, la actual pareja de la despampanante Ana de Armas vuelve a la gran pantalla con un buen drama, de esos a los que nos tenía acostumbrados antes de que se pusiera el traje de Batman: The Way Back.
The Way Back nos presenta a Jack Cunningham, un ex jugador de baloncesto venido a menos cuya vida no ha sido fácil. Tras separarse de su mujer y perderlo absolutamente todo, la vida de este personaje se ha convertido en un agujero de alcohol, tristeza y desesperación. Todo comenzará a cambiar cuando acepte un trabajo como entrenador de baloncesto en su antiguo instituto, lo que le hará replantearse el camino que está tomando su vida mientras lucha por llevar a un equipo de adolescentes a los play-offs del campeonato.
Parecía que los tiempos en los que Affleck realizaba buenos dramas de personajes se habían evaporado, pero no ha sido así. The Way Back es un buen drama que fusiona casi a la perfección el mundo del deporte y el conflicto interno que presenta su personaje protagonista. No solo es un notable drama, sino que además termina resultando emocionante y sorprendentemente entretenida. Uno de los inconvenientes que presentan este tipo de historias suele ser su falta de ritmo, pero a esta cinta no le ocurre. Es bastante ágil durante todo su metraje, manteniendo de manera sobresaliente el ritmo y el entretenimiento. Bravo.
Por otro lado, creo que su gran punto a favor es el tremendo conflicto que presenta su personaje protagonista. Jack Cunningham es un hombre roto por el dolor y el sufrimiento que ha sufrido a lo largo de su vida, y eso se refleja en cada una de las escenas de la cinta, para bien y para mal. ¿Por qué digo esto? Porque parece que The Way Back está empeñada en destacar uno de los problemas del personaje interpretado por Affleck, haciendo que muchas veces el drama se resiente. La sobre-explicación innecesaria que presenta el film en ciertos momentos provoca que el conflicto pierda importancia para el espectador, y tal vez este sea su mayor error.
Se nota el talento de Gavin O’Connor detrás de las cámaras. El director de cintas como Warrior o El contable (film en el que también trabajaba con Affleck) sabe perfectamente cómo rodar algunas de las escenas más complicadas, y logra que los momentos deportivos derrochen emoción, tensión y entretenimiento. La cámara se maneja estupenda, y O’Connor logra esconder algunos puntos de la cinta gracias a su talento. Eso sí, nadie puede negar que The Way Back es una película típica, con la estructura característica de este tipo de dramas. Tal vez podríamos castigarla por no ser todo lo original que podría ser, pero es tan emocionante y entretenida que, muchas veces, ni te paras a destacar su estructura clásica.
Además, la cinta no solo nos habla de los conflictos del personaje de Ben Affleck. La película se para a reflexionar sobre algunos temas de gran profundidad, como puede ser el alcoholismo, la familia, la pérdida o el deporte como forma de evasión de la realidad y el dolor que nos rodea. No tiene miramientos a la hora de ahondar en temas como estos, haciendo un retrato bastante dramático de estos y de la vida en general. Aunque pienso que The Way Back podría haber aspirado a más (incluso hay momentos en los que parece que el film se queda a medio gas), creo que O’Connor y Affleck han vuelto a demostrar el buen tándem que forman.
Ha llegado el momento de hablar de Ben Affleck. Tengo que reconocer que nunca he sido un gran fan de su trabajo. Siempre me ha parecido un intérprete bastante poco talentoso, con poca capacidad para regalarnos actuaciones que emocionen y traspasen la pantalla. Sin embargo, hay que reconocer el trabajazo que se marca el estadounidense en esta cinta. El actor nos regala una de las mejores interpretaciones de su carrera con este drama áspero y doloroso, con un personaje lleno de taras y sufrimiento que logrará emocionarte en muchos momentos. Y sí, estoy afirmando que Affleck es capaz de emocionar. Está claro que el actor ha vuelto a la interpretación con ganas de demostrar todo lo que vale.
En conclusión, The Way Back es un magnífico drama deportivo que logra todos los objetivos que se propone. A pesar de que en muchas ocasiones sea el propio film el que se pone trabas (ya sea a causa de la excesiva explicación o de la falta de originalidad de la trama), esta logra sobreponerse a todos los obstáculos, dándonos una cinta tremendamente dramática, con personajes ricos y conflictos que logran emocionar al espectador. Además, su particular fusión entre deporte y drama hacen que esta sea entretenida, dándonos algunas de las escenas deportivas más destacables del género. Bravo por Ben Affleck.