4 Butacas de 5
Decía mi abuela: “las mentiras tienen las patas muy cortas”, y es verdad, el tiempo no solamente pone a cada en su sitio, sino que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. La honestidad es la cualidad más importante que ha de poseer cualquier ser humano, no solamente con sus valores y principios, sino con la sociedad a pesar de los fantasmas interiores que poseemos.
Es precisamente esa honestidad del cine, de la pasión por su tierra, la que posee Paula Cons, la directora de La Isla de las Mentiras, ópera prima que se estrena directamente en Filmin, y dedicada principalmente a las mujeres luchadoras que levantaron las costas gallegas con su labor.
La película toma como punto de partida el naufragio del Buque Santa Isabel en 1921 en la Isla de Sálvora, un acontecimiento real en el que murieron centenares de personas y otras sobrevivieron, pero que en esta historia ejercen como contexto de la película.
Con una fotografía impecable, en la que el paisaje de la costa gallega y el costumbrismo de la época, funcionan como un engranaje y personaje propio. La película narra la vida de tres mujeres de la zona que tienen que soportar el carácter machista de los hombres, la presión del capataz, el abandono escolar que sufrieron nuestras abuelas y que siendo ya mayores luchaban por aprender a leer, además de una cualidad como la honestidad, en la que ser heroínas no era verdaderamente valorado con los sentimientos que se merece.
Nerea Barros encarna a María, una de las tres mujeres que por circunstancias que acontecen en la película, se echan a la mar a rescatar los cuerpos de las almas que naufragaron en aquel accidente del Santa Isabel. La actriz está espléndida dotando al personaje de la garra y valor que merece, un papel que este que les escribe ya la tiene anotada en su quiniela particular de las próximas candidatas a los Premios Goya. Con uno en su haber por La Isla Mínima, la intérprete está magistral encarnando a una mujer que no luchaba solamente por ser libre, sino también por no dejarse pisar en un mundo de hombres.
Acompañada por Darío Grandinetti y Aitor Luna, el actor argentino encarna a un periodista que llega hasta las costas a cubrir el incidente, un rol que una vez más cumple a la perfección además de dotar a su personaje de una oscuridad interior que está inmersa en todos los personajes. Aitor Luna demuestra también su clase en un papel muy diferente al que le habíamos visto hasta otra e impregnado por el naturalismo y costumbrismo que exige la película.
El trabajo de Paula Cons y Aitor Mantxola (director de fotografía) son de matrícula de honor. La directora demuestra con una ópera prima, el excelente pulso y encuadre que ha querido impregnarle al largometraje con una fotografía exquisita.
En conclusión, La Isla de las Mentiras es una notable película, sostenida de manera brillante por su protagonista y una historia que más que oscuridad, habla de la luz que poseían nuestras abuelas, las que lucharon y siguen haciéndolo en tiempos tan extraños.