3´5 Butacas de 5
Tras varios meses de espera, llega por fin a Netflix Ofrenda a la Tormenta, la última parte de la Trilogía del Baztán. Dirigida por Fernando González Molina, el largometraje ponte el punto y ¿final? a la historia que comenzó con El Guardian Invisible y prosiguió con Legado en los Huesos. El film se estrena directamente en la plataforma de streaming a consecuencia de la pandemia, una situación que ha impedido que el largometraje abriera la edición del Festival de Málaga.
La película toma como punto de partida el final de su predecesora, con la inspectora Amaia Salazar tratando de encontrar a su diabólica madre (Susi Sánchez) e investigando una serie de asesinatos de niños pequeños. Sin duda uno de los mejores elementos que posee la trilogía de Dolores Redondo y excepcionalmente adaptada por González Molina, es la atmósfera que ha creado. 100% fiel a los libros, el cineasta le ha impregnado a la historia el ambiente oscuro de Navarra, la mitología que existe a todo lo que se cuenta en las obras literarias y la interpretación de sus personajes. Con total seguridad ayuda sobre todo que tanto la segunda parte como la tercera fueran rodadas a la vez para que el elenco no perdiera el hilo y siguieran empapados de toda la oscuridad.
Quien haya leído la trilogía de Dolores Redondo disfrutará de la conclusión de una obra que ha ido ganando adeptos a lo largo de los años, y que incluso cada película ha mejorado aún más a su anterior. Sí que es verdad, que para que este que escribe las líneas, Legado en los Huesos es quizás la mejor película de las tres, tanto por la trama de la obra como del film, ya que sumerge al espectador de una manera mejor hilada en la oscuridad. La temática de la novela y del film se entrelazan a lo largo de todo el universo Baztán, siendo los temas de la maternidad, la familia, el amor y la muerte partes fundamentales de la obra.
Ofrenda a la tormenta es una película notable, bien desarrollada por todos los elementos que intervienen en ella, pero sobre todo por la interpretación de Marta Etura. Es imposible imaginarse a otra actriz encarnando a la inspectora, un rol que ha sacado lo mejor de la interprete a lo largo de la trilogía y que se compenetra a la perfección con los roles secundarios. Leonardo Sbaraglia e Imanol Arias son también otro de los puntos fuertes, saliendo mejor parado el actor argentino por tener más peso en la película.
En conclusión, el tercer capítulo de la trilogía es un largometraje que hará las delicias de los fans incondicionales y que servirá para ganar adeptos de quienes no hayan disfrutado de la literatura del Baztán. Larga vida a la inspectora Salazar de la que esperamos más adaptaciones en el futuro.