2´5 Butacas de 5
El confinamiento y la crisis del COVID-19 parecía que nos había convertido a todos en mejores personas. Estamos viendo cómo según volvemos a la (nueva) normalidad, también volvemos a nuestras viejas costumbres. Nuestras rencillas, nuestro mal humor. Gracias a Dios, no todo son noticias negativas. La vuelta del cine y de los estrenos semanales ha hecho que los españoles consigamos volver a evadirnos, por unos momentos, de la terrible realidad que estamos viviendo. Es por eso que películas como La lista de los deseos son tan necesarias en estos momentos. Sin embargo, hay veces que las intenciones no son suficientes.
La lista de los deseos nos cuenta la vida de tres mujeres: Eva, Mar y Carmen. Eva descubre que padece cáncer de mama, a raíz de lo cual conocerá a Mar. Ambas comenzarán una amistad que las llevará a realizar un viaje junto con Carmen, la mejor amiga de Eva. Tienen varios objetivos: vivir la vida, pasarlo bien, y cumplir todos los deseos de su lista antes de que les den los resultados de las nuevas pruebas. Las tres mujeres se embarcarán en un viaje donde se enamorarán, se reencontrarán con viejos fantasmas de su pasado, y darán un vuelco por completo a su vida.
La película es una feel-good movie de manual. Díaz Lorenzo se deja llevar por la emoción en ciertos momentos, dejando de lado un guion al que le hace falta más cabeza y perfección. Al final, la cinta termina resultando predecible, con un guion que falla en muchos momentos y que no sabe manejar sus emociones, dejando de lado algunos elementos narrativos de vital importancia para que el film resulte creíble y conmovedor de manera completa.
A pesar de eso, como hemos comentado anteriormente, La lista de los deseos es una película tremendamente emocionante. Es una gran historia que derrocha positividad en cada uno de sus planos. Y eso lo nota el espectador. El espectador que acuda a los cines a ver esta película saldrá de la sala con un el corazón lleno, emocionado. Estoy seguro de que ayudará a mucha gente que esté pasando por lo mismo a ser positivo ante las adversidades. Solo por eso, creo que esta cinta merece un reconocimiento (aunque no sea cinematográficamente hablando).
Creo que uno de los mayores fallos que tiene La lista de los deseos es su humor. A pesar de tener buenas intenciones con la potencialización del humor más clásico del cine español, creo que a esta película en concreto no le va nada bien. Los chistes de este film no tienen nada que ver con el humor inapropiado y por momentos de mal gusto de películas como Los Japón o Señor, dame paciencia(por muy divertidas que le puedan parecer al público medio que acude a las salas), pero sigue sin conseguir sacar la carcajada. Sí, de vez en cuando obtiene alguna sonrisa del espectador, pero no tiene esa magia para conmover y divertir a partes iguales (por mucho que lo intente).
La que lleva la película a otro nivel no es otra que María León. La actriz de cintas como El autor o La voz dormida demuestra una vez más que es una de las mejores actrices de nuestro país. León logra una interpretación que por momentos parece arquetípica, y que puede recordar a algunos de los personajes más reconocibles de su carrera artística, pero no es ni parecido. La actriz tiene varios momentos de pura emoción, que encogen el alma y se quedan en la memoria (a destacar una escena con el también portentoso Paco Tous), y solo por ella, La lista de los deseos ya merece la pena.
En lo que respecta al resto de interpretaciones que conforman la película, tenemos varios pros y contras. Por un lado, las magníficas Victoria Abril y Silvia Alonso hacen lo que pueden por estar a la altura de León, pero ya sea por sus personajes o por las interpretaciones, ambas terminan en un segundo plano. En el apartado masculino, Tous, Boré Buika y Salva Reina hacen lo que pueden por mantener sus personajes a flote, y lo logran en mayor o menor medida. Por otro lado, creo que La lista de los deseos tiene algunas elecciones de casting bastante insostenibles, pero al final todos logran sacar sus personajes a flote.
En conclusión, La lista de los deseos es una feel-good movie de manual. Álvaro Díaz Lorenzo deja a un lado el humor inapropiado y típico de algunas de sus cintas para centrarse en una historia que merece muchísimo la pena. La cinta resulta típica, el humor no cumple su objetivo en casi ningún momento, y el guion tiene grandes fallos que hacen que la película se tambaleé, pero no por ello deja de ser emocionante, con una moraleja sobre la positividad y la lucha contra el cáncer admirable. María León está magnífica.