'Artemis Fowl': Muchas hadas y pocas nueces

'Artemis Fowl': Muchas hadas y pocas nueces

2´5 Butacas de 5

Si hay algo en la vida que siempre enganche es la posibilidad de descubrir mundos mágicos. Esos lugares a los que siempre hemos soñado con ir para refugiarnos en nuestros momentos de soledad o para sentirnos comprendidos por otra especie diferente a nosotros. Y es que al fin y al cabo, nuestra alma sigue ese niño perdido que nunca creció y que encuentra su mayor satisfacción personal descubriendo la cantidad de aventuras que la imaginación nos ofrece.

Artemis Fowl es el último ejemplo llevado a la pantalla en lo que se refiere a adaptaciones literarias. Hemos visto fenómenos como los de Harry Potter, intentos de ser algo como Las Crónicas de Narnia o Percy Jackson, y otros que directamente se quedaron en el pozo del olvido como El Circo de los Extraños. En lo concerniente a la película que se estrena en Disney +, tranquilos, los más pequeños de la casa se van a frotar las manos, pero repito…los más pequeños.

Dirigida por Kenneth Branagh, el largometraje nos transporta a Irlanda, un lugar que como bien avisa Josh Gad al inicio de la cinta, es un país donde la magia y las leyendas se han dado siempre cita. Allí conoceremos a Artemis, un joven de comportamiento bastante sobrado aunque de una gran inteligencia. Allí reside con su padre (Colin Farrell) quien aunque posee una dudosa reputación personal ha sabido inculcar a su hijo toda la mitología del mundo de las hadas y los goblins que viven en nuestro mundo. Pero como en toda narración de aventuras sucede algo que lleva al protagonista de esta historia a unir sus fuerzas con una joven hada y solventar la papeleta.

La película tiene aspectos positivos pero también muchos negativos. En primer lugar, quien no se haya leído los libros, entenderá la historia no solo por el hilo conductor, sino por los lugares que presenta, las hadas, goblins, enanos… y todo lo que convive alrededor del mundo mágico. La dirección de Kenneth Branagh se disfruta en todos sus aspectos además de que al cineasta se le nota cómodo con la historia y sus personajes.

Un argumento de buenos y malos, aunque esto de villanos clama a los cuatros vientos por no darle una personalidad. Una historia que nos vuelve a demostrar el paso de la inmadurez a la madurez, además de encontrar nuestro lugar en el mundo. Temas que aunque ya los hemos visto en otros proyectos aquí encajan a la perfección en un film que se disfruta en su poco más de hora y media aunque terminará aburriendo a los que busquen algo más. Eso sí, la película es el germen perfecto para una multitud de secuelas que podrían desarrollarse.

El reparto está correcto. Bien es cierto que Josh Gad es al que más suelto se le ve en su papel además de la siempre creíble Judi Dench, que lo mismo te hace de reina como de comandante de las hadas. Las jóvenes estrellas también brillan, pero es Lara Mcdonell quien se lleva más aplausos en la película con sus apariciones y una personalidad más destacable.

Artemis Fowl es una película correcta, que funciona dentro de su género pero se queda a medias de lo que se esperaba en un principio. Un nuevo intento de crear una franquicia que seducirá a los más pequeños de la casa, los únicos que tocarán las palmas para que las hadas sigan brillando.