3´5 Butacas de 5
Chris Hemsworth protagoniza y produce junto a los hermanos Russo el nuevo largometraje de Netflix, una historia simple, efectiva y que agradará a los fans del género.
Los héroes de acción nunca mueren. Si hay algo que tiene este género es que siempre seduce y consuela a cualquier adicto que busque tensión e intensidad en el metraje. Durante la historia del cine siempre ha habido actores que se han echado sobre sus hombros una saga o personaje que se convierta en el estandarte del bien, con sus fantasmas del pasado y problemas personales, pero capaz de resolver todo tipo de situaciones.
Desde Keanu Reeves con John Wick, Sylvester Stallone con Rambo, Tom Cruise al cuadrado con Ethan Hunt y Jack Reacher o Charlize Theron con Atómica (su secuela llegará a Netflix), el oficio de actor es capaz de encontrar un héroe a medida para sacar lo mejor de la interpretación física que requiere este género.
Tras dejar por unos instantes el martillo de Thor, Chris Hemsworth se mete en la piel de Tyler Rake, un mercenario que debe resolver una situación de secuestro y que por circunstancias no sale todo como él espera.
La película está producida por él mismo junto a los hermanos Russo, cineastas que han trazado los mejores años de Marvel Studios con el universo MCU. Dirigida por Sam Hargrave, quien ha pasado los últimos años siendo actor especialista en las películas de Marvel y otras cintas de acción, el director se presenta con un largometraje hecho a medida para el actor protagonista. Sin duda las escenas de acción son lo más espectacular de una película que aunque posea carencias de guion y beba de tópicos vistos en diferentes largometrajes, resuelve muy bien las casi dos horas de cinta gracias a las escenas de lucha y disparos en las que Hemsworth vuelve a demostrar que es un portento físico.
Otro de los aspectos loables de la película es el contexto en el que se desarrolla, eligiendo la India como el lugar en el que acontece la acción y alejándose así de lugares como México, Irán, Siria o Colombia. Una oportunidad que sirve también para dar visibilidad a intérpretes del país indú como Randeep Hooda que es sin duda el gran descubrimiento de la película.
Sin ser una gran película, Tyler Rake es puro entretenimiento. Con una historia simple, la película sabe sacar el jugo a todo lo bueno que posee (nos regala uno de los planos secuencias más intensos y espectaculares). Dejando de lado el talento de David Harbour, cuya presencia es meramente secundaria y que tras verle uno tiene la sensación de haber sido desaprovechado, los villanos son otro aspecto negativo de la cinta al no imponer como tales, y cuyas intenciones se quedan en el soy malo porque soy malo.
Bien es cierto que la película podría haber profundizado en otros aspectos que suceden, como el uso de niños para actos criminales o una mayor profundización de los enemigos. A pesar de esto Tyler Rake es una opción excelente para disfrutar de casi dos horas de acción y tensión, además de tener unas escenas en las que no se han andado con miramientos para derrochar sangre.