Parece que el mundo se ha vuelto loco y nos toca soportarlo. En unos días, que a muchos les parecen más largos, la industria del entretenimiento está cobrando más importancia. Personalmente entre clases online -sí, las hay- y trabajos de la universidad estoy viviendo casi con normalidad estos últimos días, perdiéndome entre cine, libros y Spotify durante el tiempo que me sobra. Pero creo que para muchos esto no es así. Así que, ya que me he quedado sin escribir sobre aquellos estrenos que se avecinaban en abril, hoy toca hablar de algunas de las cintas que he visto estos días. A ver qué sale.
Violet y Finch, de Brett Haley
Disponible en Netflix
No os voy a engañar: esta película la vi por Elle Fanning. Con películas recientes tan atrevidas como The Neon Demon o How to talk to girls at parties resultó una alegría ver lo bien que se desenvolvía en la última de Allen, por lo que estaba encantado ante otra comedia más… Tal era mi desconocimiento de la misma que de eso pensaba que se trataba. Y claro, las comedias no suelen empezar con una adolescente a punto de tirarse de un puente. Con un momento tremendamente Titanic arranca una cinta son poso melancólico sobre las personas rotas y poco ordinarias. Un arranque rompedor y atípico le sirve para enganchar al espectador y quedarse embobado viendo la química entre esos dos seres tan tristes. Es una pena que una historia que antepone la amistad se estanque a la mitad -irónicamente es un beso lo que la rompe- y acabe tratando de imitar a la indigerible cantidad de cintas adolescentes de ese estilo. Pese a ello, la búsqueda de la felicidad de estos personajes merece la pena.
La Jetée (El muelle), de Chris Marker
Disponible en Filmin
Una cosa está clara: La Jetée es indescifrable. O mejor dicho, cada uno lo hace a su modo; cada persona se quedará con algo de ella. Con una premisa postapocalíptica y un mundo devastado el director logra una obra de extrema belleza. Y es que ver El muelle es dejarse llevar por las fotografías de un relato que, con un pie en la ficción y el otro en el documental, emociona. Una historia de amor sin besos en la que el tiempo no existe; de sueños reales e imaginarios…
Perdición y Días sin huella, de Billy Wilder
Disponibles en Filmin y Movistar +
Son varias la veces que he escrito sobre obras de este genio y probablemente siga haciéndolo mucho tiempo. Sencillamente es espectacular como aborda cada género hasta sacar la última del mismo.
Perdición es pura esencia. Cine negro en bruto. Temo repetirme, pero lo tiene todo: amores rotos, seducción, intriga, terror, odio, belleza, dolor, tristeza, amor, encanto, sensualidad… Y volvemos a empezar. Porque esta película no tiene un final, es eterna. Decir su premisa ya es hablar demasiado, simplemente vedla.
Días sin huella es, por otro lado, un viaje hacia la miseria. Un drama sobre el alcoholismo que te adentra en un mundo de pesadillas y miseria. La degradación de un hombre por culpa de sus vicios es representada de forma desgarradora y sin piedad alguna.
La reina de África, de John Houston
Disponible en Amazon Prime Video y Filmin
Efectivamente es reina. Pero no solo de África, sino de todo el cine de aventuras. El verano pasado tuve la oportunidad de viajar entre la maleza en un hidrodeslizador y apreciar la fauna y flora de Florida. Ver La Reina de África es recordar eso. Pocas cintas de aventuras describen tan bien la naturaleza y arrastran al espectador por esos rápidos del río. Es todo lo que se le puede pedir y más: trepidante, aventurera, plagada de exteriores y animales salvajes y dos protagonistas tremendamente carismáticos. Y por qué no decirlo: una verdadera heroína. El salvajismo de lo desconocido unido al drama de supervivencia adornado con una pizca de comedia romántica: simplemente deliciosa.