3 Butacas sobre 5
Resulta abrumadora la cantidad de películas biográficas que se estrenan cada año. Es bastante increíble la de genios que ha habido y sobre los que se debe hacer una película. Es lo que ocurre con Edison y Westminghouse este 2019. La guerra de las corrientes, dirigida por Alfonso Gomez-Rejon (creador de la increíble Yo, él y Raquel), retrata la competición entre estos dos genios por acaparar el mercado de la energía eléctrica.
Lanzarse a hacer un biopic es un reto enorme por dos motivos particulares. Se debe hacer justicia a la persona que se está retratando al mismo tiempo que contar una historia sin caer en tópicos y evitar la pérdida de interés de los espectadores. De hecho, son pocos los biopics recientes que han salido muy bien parados: La red social, El lobo de Wall Street, Jackie…
En La guerra de las corrientes parece que al director únicamente le importa lo primero. Sin duda ofrece un buen retrato de una época y personajes, pero se pierde en un guion plagado de carencias y escenas impostadas en la búsqueda de emoción. Durante toda la película se tiene la sensación de estar presenciando algo que podría haber dado mucho más de sí. Se queda en interesante, pero podría haber llegado a ser excelente. No se siente pasión por la historia que narran, simplemente curiosidad.
Más allá de un guion poco trabajado, la película tiene pocas carencias, o por lo menos no tan notorias. Quizás para algunos la dirección no sea la más adecuada, con uso realmente extraño de la cámara, pero es un punto que se compensa con su impecable factura técnica e interpretaciones más que solventes. Todo el diseño de producción está tan trabajado que, apoyado por una gran banda sonora de Volker Bertelmann, resulta muy sencillo introducirse en pleno siglo XIX desde los primeros minutos. A todo esto se suman las grandes interpretaciones por parte de todo su elenco. Beneddict Cumberbatch como Edison está realmente solvente, pero es Michael Shannon quien acapara la mayoría de las escenas. Nicholas Hoult como Tesla se queda un poco atrás, pero tampoco desmerece. Cabe mencionar también a Tom Holland, que se hace novedoso volverle a ver fuera de las superproducciones marvelitas.
Con todo, no deja de ser una película que gustará a cualquiera que quiera conocer un poco más sobre el tema. Pese a que podría haber contado con un guion mejor no deja de ser una historia interesante y que probablemente guste a quienes le den una oportunidad. Quizás le falte un poco de chispa para iluminar todo lo que pudo, pero no es un conjunto que desmerezca.