El año del descubrimiento, segundo largometraje de Luis López Carrasco (El Futuro, 2013), tendrá su estreno mundial en la próxima edición del Festival Internacional de Cine de Rotterdam, donde participará en la competición TIGER AWARD.
Vecinos, jóvenes y desempleados charlan en el interior de un bar entre cigarrillos, desayunos y aperitivos. Recuerdan sueños insólitos, comparten preocupaciones laborales y proyectan planes de futuro. El bar se encuentra en la ciudad de Cartagena, en el sudeste del país. A medida que avanza la jornada se escuchan, cada vez más cerca, los disturbios de la crisis industrial de 1992.
Ese año se celebraron en España los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla, vinculada a la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América. El país se presentaba ante la comunidad internacional como un país desarrollado, moderno y dinámico. Mientras tanto en Cartagena las protestas por la crisis industrial adquieren una violencia creciente hasta acabar con una revuelta multitudinaria que desemboca en la quema del parlamento regional.
El año del descubrimiento está rodada en Hi8, emulando el registro doméstico de inicios de la década de los noventa, y editada además a doble pantalla, focalizando diferentes puntos del bar en el que se desarrolla la totalidad del film, como si fuéramos testigos de conversaciones anónimas que se desarrollan a nuestro alrededor.
La película es un retrato coral compuesto por cuarenta y cinco personajes procedentes de los barrios periféricos de Cartagena y La Unión.