3 Butacas de 5

“Uno Equis Dos” empieza con Paco León escuchando un partido de fútbol mientras se dirige a una preciosa casa en el campo. Lo que, en un principio, parece una película de herencia italiana sobre unos amigos que pasan el fin de semana comiendo, bebiendo, reflexionando sobre la vida y viendo si ganan la quiniela, pronto demuestra ser algo completamente distinto. Un plan que podría ser la envidia de cualquiera, ¿no? Pero la realidad es otra muy distinta.
Josu y Chino son dos amigos de la infancia que representan dos maneras opuestas de ver la vida, situados en contextos vitales muy diferentes. Ambos quedan junto a sus parejas y un amigo para hacer una barbacoa y aprovechar el buen tiempo. Entre risas, alcohol y fútbol, la película va desarrollando a los personajes lentamente, marcando las diferencias sociales y las distintas maneras de pensar de cada uno. Todos ellos arrastran conflictos personales que van aflorando poco a poco, hasta que, alrededor del minuto cuarenta, todo explota.

Bajo la dirección de Alberto Utrera y con un reparto que incluye a Paco León, Raúl Tejón (“Machos alfa”), Kimberley Tell (“Hierro”), Stéphanie Magnin (“Segundo premio”) y Adam Jezierski (“Vota Juan”, “Los Farad”), “1X2” ofrece un relato con de todo: violencia, humor negro y muchos giros de guion. La trama se intensifica cuando los amigos se enfrentan, tanto metafórica como literalmente, al estar a un partido de lograr el pleno al quince y ganar un bote millonario.
En ese momento, la película se desquicia y muta. Lo que Utrera había preparado evoluciona de una forma loca, pero coherente, con escenas sangrientas, huidas de la ley y planes para hacerse con el premio. Todo esto sucede con el último partido de fútbol como telón de fondo y mientras las relaciones de amistad se deterioran, mostrando quiénes son realmente los personajes en una situación tan extrema.

El público más exigente quizá no acepte el radical volantazo que propone la película, pero si logras dejarte llevar, disfrutarás de esta locura que llega más lejos incluso que “Resacón en Las Vegas”. Un cambio totalmente inesperado, considerando que la película comienza de forma tan naturalista.
El reparto es bastante sólido, destacando Stéphanie Magnin como la actriz más brillante y coherente con su personaje. Se adapta perfectamente tanto a las escenas más naturalistas como a las más desquiciadas. La película se sustenta principalmente en el diálogo y las interpretaciones de los actores. Eso juega a favor de todo el elenco.

La metáfora del erizo y el final, tan descabellado, podrían alejar a algunos de los espectadores más rigurosos. Sin embargo, quienes aprecien el giro inesperado que propone “Uno Equis Dos” encontrarán una narrativa que explora cómo la ludopatía y el fútbol afectan profundamente a los españoles.
