'Tu Color': La música que te conecta a la vida

'Tu Color': La música que te conecta a la vida

3’5 Butacas de 5

La verdad es que este subgénero del anime siempre me resulta fascinante. Lejos de las aventuras o la violencia presentes en otras propuestas animadas, películas como “Tu color” se centran en las pequeñas grandes historias, cargadas de belleza, sensibilidad y sencillez. La narrativa pone el foco en personajes con los que fácilmente podríamos identificarnos, enfrentando problemas mundanos, sobre todo aquellos relacionados con aspectos de nuestro pasado que moldean quiénes somos.

La directora Naoko Yamada vuelve a brillar con “Tu color”, una película impregnada de nobleza y buenas intenciones. Aunque no alcanza las cotas de excelencia de “A Silent Voice”, su obra más destacada, tiene suficientes aciertos como para disfrutarla plenamente durante la proyección y salir del cine con una vibra positiva tras los títulos de crédito. Se trata de una cinta que ha pasado por prestigiosos festivales como Annecy y Sitges, y que llegará al público con un número limitado de copias, ideal para saciar el apetito de los seguidores de la animación japonesa.

Totsuko, la protagonista, es una joven que vive en un internado y tiene la particularidad de ver el color de las personas. Para ella, cada individuo emite un tono específico que influye en su percepción de los demás y, por ende, en su forma de relacionarse con ellos, limitando significativamente sus habilidades sociales. Es un ser especial, lleno de luz, pero que no logra encontrar su lugar en el mundo.

Después de conocer a Kimi, Totsuko queda fascinada por el color que esta emite. Tan fuerte es su atracción que decide romper sus propias barreras y buscarla, ya que, tras su primer encuentro, Kimi abandona los estudios alegando que debe cuidar de su abuela, algo que resulta no ser cierto. Eventualmente, gracias a las casualidades del destino, Totsuko la encuentra y, junto con un nuevo personaje llamado Rui, deciden formar un grupo musical como medio para expresar todo lo que llevan dentro. Es interesante cómo Totsuko evoluciona como personaje gracias a lo que aprende de quienes la rodean. Por otro lado, Kimi no tiene una trama sólida, sino que se presenta como un personaje más sentimental y etéreo.

Las escenas musicales son impresionantes, aunque resulta poco creíble que, en pocas semanas, los chicos logren componer temas que competirían con los de Thom Yorke y Radiohead. Sin embargo, la magia de estos momentos trasciende cualquier lógica, ya que son pura emoción: la mejor forma en la que estos personajes entrañables e introvertidos logran expresarse.

El apartado técnico es impecable. La película destaca por un diseño visual muy característico, un vestuario representativo de cada personaje y una animación fluida y naturalista. Es necesario resaltar el enorme valor de la animación japonesa, porque, en términos de artesanía y sensibilidad, el país del sol naciente sigue siendo insuperable.

A pesar de que el tema del color queda algo desaprovechado, la cinta mantiene su interés al presentar a unos personajes muy adorables que participan en un concurso donde, al mostrarse tal como son por primera vez en su vida, logran superar sus obstáculos.