2 Butacas de 5
El “género” de atracos ha dado mucho juego desde la misma creación del cine, ahí tenéis como ejemplo “Asalto y robo a un tren” de Edwin S. Porter. Sin embargo, la sobreexplotación de los mismos conceptos se repite con asiduidad en la actualidad. Siendo una constante caza del gato al ratón, con planes cada vez más rocambolescos y aún más rocambolescas soluciones para el hurto.
En este caso, “Juego de Ladrones: Pantera” poco me ha dado a lo que me pueda agarrar como espectador. Tira de fórmula con unos personajes que continúan con las secuelas de la película original y vuelven a plantear lo mismo, pero más grande. Esta vez, dejamos Estados Unidos para irnos a Niza.
Es cierto que un sitio con tanto poder adquisitivo y tanta seguridad crea un marco muy atractivo para el espectador y un desafío de altura para nuestros protagonistas. Siendo la ciudad un personaje con mucha entidad en la trama, proponiendo no solo desde lo visual sino también desde lo narrativo, uno de los éxitos de la película.
Si bien es cierto que “Juego de Ladrones” no está mal del todo, Christian Gudegast falla en algo crucial en una cinta de estas pretensiones y es entretener. Su excesiva duración y el poco interés en los personajes colisionan con el buen hacer en los momentos más tensos, con una planificación de la acción menos hipertrofiada de lo que acostumbra Hollywood en este tipo de casos. Me atrevería a decir, hasta elegante.
Gerard Butler vuelve en esta segunda entrega y continúa con los hechos vistos con anterioridad. Nick acaba divorciado y fuera de los focos, mientras que Donnie plantea su siguiente golpe lejos de Los Ángeles, con la sorpresa de que su antiguo perseguidor le propone hacer una coalición para obtener el mayor botín en diamantes de la historia.
Me gusta que la propia película se tome en serio a sí misma, sin caer en lo disparatado que se ve últimamente en la gran pantalla. Sin embargo, esos ecos a Michael Mann o a Christopher Nolan se van disipando con el paso de los minutos, ya que, aunque sea interesante ver el proceso de un robo, el carisma del director ni de los personajes es suficiente como para que nos importe demasiado lo que está pasando.
O’Shea Jackson Jr. también repite como Donnie, sin dejar mucha huella en el espectador. Su padre es bastante carismático como actor, aunque tampoco es tan versado como en lo musical, pero Jackson Jr. solo es mera presencia, un físico privilegiado y un rostro fruncido que funciona en según qué momentos. Tiene estética para la cámara, pero si el guion ni el director son capaces de sacarle lustre. El relato gira con respecto a su primera parte y se convierte en una buddy movie con Gerard Butler y O’Shea Jackson Jr. no funciona en ningún momento, ni en las escenas de acción ni en los momentos de camaradería. Una lástima, la verdad.
Incluso como propuesta de acción es bastante rácana, ya que solo hay una escena de persecución y tiroteos en el gran final. Una oportunidad desaprovechada. En general, no es que “Juego de Ladrones” no esté bien filmada, es que no juega bien sus cartas. Poco desarrollo de personajes y, encima, sin ninguna emoción.
En general, ya me sorprende que hubiera una secuela de “Juego de Ladrones”, pero se ve que esta saga va para largo. Butler está bien, funciona como héroe de acción de nuestros tiempos, y la historia, como truco de magia, tiene su aquel. Funciona para los fans del género que no tienen más pretensiones que saber a lo que van. No promete mucho ni tampoco ofrece demasiado.