3 Butacas de 5
La crítica, más que el público, debería juzgar una obra cinematográfica en función de lo que esta propone. Se trata de analizar cuáles son sus pretensiones y qué consigue con ellas. Es un ejercicio de sinceridad que beneficia especialmente a cierto tipo de películas, como en el caso de hoy: “Un lío de millones”.
La cinta de Susan Béjar narra una historia sencilla y bonita, una comedia sin grandes pretensiones, perfecta para estas navidades. Sin embargo, no por ello debería juzgarse como una película menor.
“Un lío de millones” es un remake del éxito francés de 2021 “Mes très chers enfants”. La trama gira en torno a una pareja madura y nostálgica, cuyos hijos, ya en la treintena, solo se preocupan por sí mismos. Apenas responden a los mensajes de WhatsApp, ignoran las comidas familiares y solo recurren a sus padres para pedir tuppers, dinero o que les planchen las camisas. Esta relación entre padres e hijos se vuelve insostenible, pero tanto Bego como Agus la soportan por la felicidad que sienten al tener a sus hijos cerca. Es una situación bastante común en el día a día de muchas familias.
El conflicto principal surge cuando, al plantear la tradicional cena de Navidad, sus dos vástagos rechazan la idea de forma desinteresada, pues tienen planes más “divertidos” que cenar con sus viejos. Aquí es cuando Agus (interpretado por Antonio Resines) pierde la paciencia y propone a su esposa un plan infalible para retener a sus hijos durante las fiestas: fingir que les ha tocado la lotería. Haciéndose pasar por nuevos ricos, buscan que sus hijos, interesados en sacar provecho de esta supuesta fortuna, quieran pasar tiempo con ellos durante la Navidad. Así, la pareja podrá estar cerca de sus hijos y realizar todos los planes que deseen. Es una estrategia triste y desesperada, pero que funciona de maravilla.
El plan marcha viento en popa hasta que todo se complica: la “broma” llega a emitirse en televisión, haciendo que todo el mundo crea que realmente son millonarios. Mientras tanto, la pareja comienza a gastar grandes cantidades de dinero para mantener la apariencia, lo que desencadena verdaderos problemas.
Gracia Olayo y Antonio Resines son lo mejor de ‘Un lío de millones‘. Ambos actores tienen carisma, llenan la pantalla y llevan con soltura el peso de la película, algo digno de agradecer en un momento en el que intérpretes de su perfil suelen quedar relegados a papeles secundarios como alivio cómico. En este caso, logran lucirse como protagonistas, mostrando una química innegable. Representan a una pareja real, con momentos de complicidad, contradicciones, dudas y luchas internas. La película también aborda temas poco frecuentes en la ficción, como la sexualidad en la madurez, de forma natural y respetuosa.
“Un lío de millones” ofrece una propuesta amable, con una temática agridulce ideal para estas fiestas y un mensaje conmovedor. Es una cinta que no busca reinventar nada, pero trata su historia con el suficiente respeto como para llegar al corazón del espectador. Su factura técnica es impecable, con una destacada fotografía de Kiko de la Rica y un reparto que funciona muy bien, gracias al talento de Olayo, Resines y algunos secundarios de lujo, como el siempre efectivo Raúl Cimas, que roba escenas en cada aparición.