4 Butacas de 5
El director alemán Edward Berger dirige este thriller vaticano basado en la novela homónima de Robert Harris de 2016. La película está protagonizada por Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow e Isabella Rossellini.
La inesperada muerte del Sumo Pontífice hace que el decano del colegio cardenalicio Thomas Lawrence (Ralph Fiennes) sea designado el responsable de dirigir el cónclave para la elección de un nuevo Papa. Lawrence se va a ir viendo envuelto en una conspiración que le hace descubrir un secreto que podría sacudir los cimientos de la Iglesia Católica.
La elección de un nuevo Papa determinará hacia dónde se dirigirá la Iglesia Católica en los próximos años. Entre la curia vaticana hay diferentes posturas unas más progresistas como la de Aldo Bellini (Stanley Tucci) que cree que la Iglesia debe dar respuesta a los debates del siglo XXI como la situación de la mujer y que debería albergar bastantes cambios. Mientras que en el lado conservador encontramos al cardenal Tedesco (Sergio Castellito) quien sigue enfadado porque hace sesenta años que no se da la misa en latín idioma de unión entre los sacerdotes de la Iglesia o al cardenal Adeyemi (Lucian Msamati) quien podría ser el primer papa negro pero que es aún más reaccionario que Tedesco. También encontramos al cardenal Tremblay (John Lithgow) última persona en ver al difunto Papa con vida y alguien que se mueve muy bien por los recovecos de Roma. El último en discordia es el desconocido cardenal Benítez (Carlos Diehz) cuya misión en Kabul desconcierta al resto de la curia.
La película es un thriller político al uso en la que el cardenal y decano Thomas Lawrence tendrá que ir investigando algunos asuntos que irá descubriendo relacionados con los cardenales de la curia vaticana. Ralph Fiennes es el absoluto protagonista encarnando a un hombre bueno en horas bajas con su Fe que habría preferido irse a alguna congregación religiosa fuera de Roma pero que se mueve bastante bien entre los pasillos vaticanos tratando de hacer lo correcto intentando no caer en conspiraciones y mirando por el futuro de la Iglesia. Stanley Tucci está fantástico como el contrapunto a Fiennes ya que encarna a un hombre bueno y progresista al que le gustaría tener el arrojo de Lawrence para poder ser Papa, pero no se ve en esa situación algo que considera más una condena que una alegría, aunque en algún momento se deje llevar por los cantos de sirena.
En general el reparto muy bien y tanto John Lithgow, Sergio Castellito, Lucian Msamati o Carlos Diehz tienen sus momentos de lucimiento a lo largo de la trama.
Entre tanta trama masculina por razones obvias destaca la hermana Agnes (Isabella Rosellini) en un momento de la trama al protagonizar algunas escenas con el decano Lawrence y un monólogo de lo más interesante delante de la curia en un momento determinado de la película. Quizá podría haberse aprovechado algo más su personaje ya resulta muy interesante el papel de las hermanas porque termina siendo un personaje demasiado pequeño.
Sin duda el guion de Peter Straughan consigue mantener al espectador intrigado con todos los giros, temas morales y éticos que plantea la película ejecutando un final tan sorprendente como inesperado que es imposible de prever.
A nivel visual la película es espectacular gracias a la combinación entre la fotografía de Stéphane Fontaine que junto a la diseñadora de vestuario Lisy Christl consiguen imágenes bellísimas en las que predominan los colores rojos, negro, blanco y en menor medida el azul marino. La puesta en escena va de lo barroco a lo minimalista según la utilización del vestuario, los encuadres y los edificios por los que se mueven los personajes. El uso de planos detalle muy encuadrados en algunos momentos y centrados en los personajes consigue transmitir al espectador lo asfixiante que resulta el estricto encierro al que se somete la curia y el cónclave a puerta cerrada.
La banda sonora huye de toda religiosidad y genera la sensación de intriga y misterio durante toda la historia, pero quizá se utiliza demasiado a lo largo de toda la película.