2’5 Butacas de 5
El maestro del crimen (Old Guy), dirigida por Simon West y protagonizada por Christoph Waltz, combina comedia y acción, pero se queda corta en varios aspectos. La premisa tiene potencial: un asesino a sueldo enfrentado al paso del tiempo y al choque generacional. Sin embargo, el resultado no es demasiado sorprendente.
Christoph Waltz cumple –como casi siempre– y aporta su carisma al protagonista. Pero el guion de Greg Johnson no le da la profundidad ni el material necesarios para brillar. Lucy Liu, pese a su evidente talento, interpreta a un personaje desapercibido, secundario a la fuerza, sin peso real en la trama.
El arranque tiene ritmo, pero hacia la mitad la película pierde fuerza. El desenlace es tan abrupto que deja la sensación de no haber concluido del todo. El humor funciona a ratos, sobre todo cuando explora el tema generacional. Los giros son… bueno, lo que suelen ser los giros cuando el guion no llega.
A pesar de sus puntos débiles, hay elementos que destacan. El paisaje de Irlanda del Norte, bellamente capturado, aporta atractivo a la película. Algunas escenas de acción impactan y están bien coreografiadas. Hay momentos entretenidos, sin duda.
En general, El maestro del crimen no aspira a salirse del canon, y por eso deja la sensación de que, con solo un poco más de chispa, el resultado podría haber sido diferente. No será recordada como una gran comedia, pero sirve para estar el rato.
Es una peli que, como su protagonista, se aferra al mal conocido, perdiéndose quizá algo mejor por descubrir.