1’5 Butacas de 5
Ha llegado a los cines Kraven the Hunter(2024), la nueva película de Sony del universo de villanos de Spider-Man dirigida por J. C. Chandor (El año más violento) sobre uno de los más míticos chicos malos del arácnido en los cómics, que toma el relevo de la trilogía Venom, tanto en universo como en calidad.
Años después de fugarse de su casa natal huyendo de las fauces de su despiadado padre Nikolai (Russel Crowe), Kraven (Aaron Taylor-Johnson) vive solo en medio del paraje natural y posee habilidades sobrehumanas que utiliza para cazar villanos. Es el cazador más temido por los delincuentes.
Lo nuevo de Sony y Marvel ha tocado fondo en su universo cinematográfico. Si las películas de Venom dejaban bastante que desear, esta adaptación de Kraven suscita una sensación a medio camino entre la risa del ridículo y la rabia por tomadura de pelo. Aunque, personalmente, prefiero el camino del jolgorio. La nueva película de J. C. Chandor se apoya en unas escenas de acción efectivas y climáticas, para, al menos, conseguir ser entretenida, pero navega sin timón en todos los demás apartados. Puede que su único acierto sea el de, por una vez, ser más explícita con la violencia y la sangre en pantalla, aunque realmente, no deja de ser un juego de disfraces, pues se siente igual de infantil y típica que el resto de las últimas cintas de la productora.
El sinsentido narrativo es constante en una película que lanza a la pantalla personajes nuevos todo el tiempo sin permitir desarrollar un mínimo a los ya presentes, y se pierde cada vez más en su desnortada historia llegando a conseguir que te preguntes cuáles son sus motivaciones. Llega incluso a osar adentrarse en un terreno dramático familiar que se vuelve repetitivo y solo consigue hastiar, porque, entre otras cosas, las escenas más reposadas en que se intuye un afán de mayor profundidad son insustanciales e incluso absurdas por unos diálogos de lo más estúpidos.
Lo que intenta ser, en definitiva, Kraven the Hunter, es una película de superhéroes ─o más bien villanos─ anclada a lo terrenal a través de su trama familiar más realista. Lo que consigue: alejarnos de nuevo de la esperanza de que algo mínimamente cercano a las grandes películas de Marvel de años pasados pueda ver la luz. Efectos especiales de lo más risibles, pocas explicaciones, conversaciones de niños, unos conflictos de cartón, personajes tópicos, rusos que hablan inglés y una narrativa que avanza a trompicones, son algunos de los elementos satélite más distintivos que orbitan entorno a un descafeinado Kraven el Cazador.