'Rock Bottom': una obra de autor hecha con un cariño notable

'Rock Bottom': una obra de autor hecha con un cariño notable

3 Butacas de 5

‘Rock Bottom’, el primer largometraje de la cineasta española María Trénor, llega el 13 de diciembre a las salas de cine después de participar en el WIP Europa 2023 (para películas europeas en fase de postproducción) del Festival de San Sebastián. Un musical de animación basado en el disco de rock homónimo compuesto por Robert Wyatt -integrante fundador de Soft Machine- y producido por Nick Mason, batería de Pink Floyd, el cual cumple 50 años desde su lanzamiento en 1974. El mítico álbum será la banda sonora de una turbulenta historia entre Wyatt Benge y  su gran y complicado amor, Alfreda Benge,con la que se casó justo después del lanzamiento del disco. Aparte del romance, la directora va a intentar reflejar el decadente final de la época hippie, donde los efectos negativos de las drogas empezaron a aparecer, llevándose por delante toda la alegría.

La historia se centra en la isla española de Mallorca, destino muy recurrente entre los artistas extranjeros de aquel momento, como Robert Wyatt. Una especie de retiro espiritual con mar y buen tiempo donde poder abstraerse en busca de inspiración. No se trata de un biopic de Wyatt, de hecho, el protagonismo de Alfreda Benge es muy claro y acertado. Igual de acertado que optar por la animación. Esta te aporta una libertad grandísima para experimentar y conseguir transmitir ideas que de otra manera sería muy difícil de conseguir. De esta forma, el éxtasis hippie, los efectos de las drogas y el alcohol y todos los conflictos mentales que se abordan en la película van a ser tratados de una forma original muy acorde con la época y el argumento. Concretamente se opta por un tipo de rotoscopia muy estilizada que se hace a partir de una filmación previa con actores y actrices. Lamentablemente, el resultado no es fascinante, quedando la escena en ocasiones un poco vacía, faltando más vivacidad y expresividad. Los cambios de técnicas de animación que se utilizan para reflejar las emociones y momentos claves en la historia sí están mejor conseguidos.

El gran atractivo de la obra es la banda sonora y el trasfondo cultural. Los seis temas del álbum se mostrarán en orden en una historia que a veces puede perder un poco el hilo, divagando y repitiéndose en exceso, un poco como la propia música, siendo ya algo de gustos más que de otra cosa. Es difícil dejarse llevar los 85 minutos que dura, pero los momentos en los que lo consigues, se disfrutan bastante. Lo que más te mantiene conectado a la historia es ese trasfondo cultural, con referencias al arte de Mati Klarwein o al cine experimental de José Baldelomar, sumado a todo lo que rodeaba a los protagonistas en la vida real. Al final es esa otra parte, la narrativa, el guion y el uso del lenguaje cinematográfico, por donde cojea, haciendo que no cuaje del todo, quedando en algo un poco intrascendente.

La relación de la directora con Robert Wyatt y toda esa generación resultan en una obra de autor hecha con un cariño notable y con mucho énfasis en la rigurosidad de los detalles y los elementos de época como el vestuario. Cómo ópera prima no es justo comparar ‘Rock Bottom’ con películas como ‘Yellow Submarine’ (George Dunning, 1968), llena de cultura musical y entretenimiento a base de la música de The Beatles, pero no se puede negar que le falta algo más para sentirse completa. Lo que sí logra es preservar en la memoria de los espectadores y llevar a las nuevas generaciones estos artistas tan interesantes. Que perduren en los tocadiscos y, si no es así, que al menos lo hagan en las pantallas.