3’5 Butacas de 5
Bajo el cruel y tortuoso régimen de los jemeres rojos, justificado por la falsa igualdad, Rithy Panh nos ofrece esta nueva entrega y nos regala una nueva perspectiva desde los ojos de tres ingenuos periodistas.
El filme nos presenta a Alain, Lise y Paul tres periodistas franceses que son invitados por los jemeres rojos. Desde la primera escena, bajando del helicóptero la atmósfera se percibe como una falsa tranquilidad en la que la tensión solo va incrementando, una tensión generada por lo que no vemos, pero entendemos bajo el contexto de lo que nos muestran.
Desde el primer acto, los tres invitados son tratados como prisioneros, encerrándolos en sus habitaciones y no permitiéndoles salir sin escolta, controlando hasta la más mínima pregunta y permitiéndoles entrevistas solo con ciudadanos que “saben lo que tienen que decir” hasta el punto de quitarles el equipo fotográfico.
La película se apoya de imágenes de archivo y recupera las figuras de arcilla tan características de “la imagen perdida” (2014) abordando así todas las formas para tratar de narrar lo inenarrable, causando frustración por todas esas historias perdidas y gente desaparecida en tan terrible régimen.
La historia, tan dura como delicada no tiene la más mínima piedad por sus personajes, como si de un documental se tratara, un fragmento del genocidio y el esfuerzo del cineasta por recuperar un poquito de la memoria de Camboya.