'Pídeme lo que quieras': un cóctel de clichés del cine erótico que no aporta nada novedoso al género

'Pídeme lo que quieras': un cóctel de clichés del cine erótico que no aporta nada novedoso al género

1’5 Butacas de 5

Pídeme lo que quieras es una película de género romántico-erótico dirigida por Lucía Alemany, conocida por su trabajo en La inocencia (2019). La dirección de Alemany marca un giro hacia el cine más comercial y de entretenimiento, basadas en novelas exitosas. La adaptación al cine del bestseller de Megan Maxwell cuenta con un guion escrito por Ivy Hesh, Vivian Dakota y Marina Martín Laguna, quienes se encargan de trasladar la trama de la novela a la pantalla grande. La película intenta capturar la esencia del libro, centrándose en una relación de poder y deseo, pero sin ofrecer ninguna innovación significativa en cuanto a su enfoque.

La historia de Pídeme lo que quieras sigue la vida de Judit (interpretada por Gabriela Andrada), una mujer sencilla que trabaja en una farmacéutica y aspira a ascender en la empresa, y Eric (interpretado por Mario Ermito), un empresario que acaba de heredar la empresa de su padre. Ambos comienzan a tener una serie de encuentros en los que Eric quiere introducir a Judit en sus prácticas sexuales poco convencionales. Aquí es donde encontramos el que considero es uno de los principales problemas de la película a nivel de representación, ya que contiene una escena sexual en la que los actos llevados a cabo no tienen consentimiento y en la película no se le da peso ninguno a la gravedad del asunto. También el personaje principal me parece poco consistente, teniendo cambios de pensamiento sin ningún tipo de organicidad.

A pesar de basarse en una novela que fue muy popular entre los lectores de literatura romántica-erótica, Pídeme lo que quieras se enfrenta a un gran desafío: la falta de originalidad. El guion, basado en el libro, es el principal problema de la película que toca todos los clichés clásicos del cine erótico, desde el hombre poderoso y seguro de sí mismo que introduce a la mujer en un mundo de fantasías sexuales, hasta la mujer que, en un principio relativamente tímida e inocente, se va transformando a medida que avanza la historia. Aunque intenta mostrar una relación de poder y entrega, la trama nunca logra trascender estos estereotipos y se siente predecible en cada giro. La dirección de Alemany no aporta nada novedoso al género, limitándose a repetir fórmulas que ya hemos visto en otros títulos, haciendo que la película resulte carente de frescura.

Pídeme lo que quieras es una película que, aunque bien producida y con un elenco competente, no logra destacar en el saturado mundo del cine erótico. A pesar de los esfuerzos de Lucía Alemany por plasmar en la pantalla los elementos de la novela de Megan Maxwell, la película se queda en lo mediático y no ofrece nada realmente nuevo o arriesgado. En lugar de explorar de manera profunda los temas de poder, sumisión, autodescubrimiento y empoderamiento, la película se limita a seguir una estructura convencional y predecible, con poco impacto emocional o intelectual, además de pretender dar un mensaje de liberación sexual de la mujer que está bastante lejos de la realidad. En resumen, Pídeme lo que quieras no es más que una adaptación mediocre de una historia que ya se ha contado muchas veces en el cine erótico. La película se estrena en España el 29 de noviembre.

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