2’5 Butacas de 5
1960, Ballyfermot a las afueras de Dublín se prepara para un concurso popular en el que se rifará un viaje de peregrinación a Lourdes a cargo de la iglesia local. Lily Fox (Maggie Smith), Eileen Dunne (Kathy Bates) y Dolly Hennessy (Agnes O’Casey) estaban muy ilusionadas al ser las afortunadas ganadoras, pero el regreso de Chrissie Ahearn (Laura Liney) para el entierro de su madre Sheila tras más de cuarenta años viviendo en Boston provocará que el pasado vuelva a resurgir.
Mientras tanto, los maridos de Eillen, Frank Dunne (Stephen Rea) y Dolly, George Hennessy (Mark Makenna) se niegan a sus mujeres se vayan a Lourdes porque ¿quién se va a ocupar de los niños y de la casa si ellas no están? Tendrán que apañárselas mientras ellas vaya a Lourdes a ver si entre otras cosas el niño de Dolly habla porque tiene seis años y no lo hace y ella cree que la virgen hará el milagro.
La película se sostiene porque el reparto está bien en sus papeles, es amena, tiene algunos puntos de comedia, luce muy bien la puesta en escena sesentera y las ciudades en las que han rodado la película quedan muy bonitas en pantalla. Pero al resolver la trama se nota que es una historia demasiado sencilla y trillada desaprovechando todo el potencial de las actrices protagonistas con papeles de poca enjundia.