4 Butacas de 5
Arantxa Echevarría (Carmen y Lola, Chinas) dirige esta película, coescrita con Amèlia Mora ([•REC]², La Unidad), en la que nos sumerge en la lucha contra ETA en una época en la que acabar con la banda terrorista era la prioridad para intentar salvar vidas inocentes.
La historia está basada en el caso real de Aranzazu Berradre Marín, pseudónimo con el que se infiltró una policía nacional en la banda terrorista ETA durante 8 años. Teniendo apenas 20 años, la joven consiguió adentrarse en la izquierda abertzale siendo la única mujer que convivió en un piso con dirigentes de ETA. Se vio obligada a cortar totalmente lazos familiares para poder infiltrarse de forma segura y conseguir la confianza de los terroristas. Tuvo un papel fundamental en desarticular el comando Donosti en un momento crucial en el que la banda declaraba una falsa tregua.
Carolina Yuste protagoniza este thriller, más psicológico que de acción, con un guion cuidado al detalle en el que su personaje nos lleva de la mano en este peligroso viaje en el que controlar sus emociones para que no la descubran es una de las cosas más difíciles a las que se enfrenta su personaje, puesta a prueba en cada paso que da para adentrarse en la banda terrorista. La cinta nos muestra los claroscuros de todos los personajes, incluidos los terroristas, y sus motivaciones, aunque deja claro la gravedad de los atentados y que parar a ETA siempre fue un reto para las autoridades que utilizaron medidas en muchos casos cuestionables.
La complejidad de los personajes y sus capas nos muestran el tacto con el que está escrito el libreto, diseñado para recordarnos que no hay que olvidar el pasado porque aún podemos aprender mucho de él
Sin duda, la cinta es indispensable para acercarnos al pasado reciente de nuestro país y dar a conocer historias como esta que no son tan conocidas y marcaron un antes y un después en la lucha contra el terrorismo.