4 Butacas de 5
Arantxa Echevarría dirige este angustioso y absorbente thriller policial sobre la primera mujer infiltrada en ETA protagonizado por una excelsa Carolina Yuste
El cine español ha contado a ETA desde diferentes géneros y perspectivas como en Operación Ogro (1979) o Días Contados (1994) ambas de Imanol Uribe, El Lobo (2004) de Miguel Courtois o Un tiro en la cabeza (2008) de Jaime Rosales. En series hemos visto el origen de ETA en La Línea Invisible (Movistar Plus, 2020) de Mariano Barroso y en el drama Patria (Max, 2020) de Aitor Gabilondo adaptación de la novela de Fernando Aramburu.
Desde que Arantxa Echevarría dirigió su primera película Carmen y Lola en 2018 no ha parado de trabajar participando en series como El Cid (2020) o Días Mejores (2022) ambas para Prime Video y en cine ha seguido su camino con el drama con tintes sociales Chinas (2023) y la comedia Políticamente Incorrectos (2024).
La directora vasca da un giro y continúa su andadura cinematográfica con una película en la línea del thriller policial El Lobo en la que también escribe el guion junto a Amèlia Mora para narrar la historia de la primera mujer policía que estuvo ocho años infiltrada en ETA.
Mónica es una joven policía que lleva varios años infiltrada en ambientes de la izquierda abertzale de San Sebastián como simpatizante de la banda terrorista ETA a quien conocen como Arantxa. Un día consigue lo que buscaba: ETA contacta con ella para que aloje en su piso a Kepa (Íñigo Gastesi) y le haga de chófer y recadera cuando lo necesite.
La vida de Arantxa se vuelve cada vez más peligrosa y la situación es cada vez más tensa y angustiosa sobre todo cuando aparece Sergio Polo (Diego Anido) un segundo etarra que también tiene que quedarse en el piso porque planea reactivar el Comando Donosti. La convivencia con Polo convierte el piso en una olla a presión porque es un tipo que da miedo. Es seco, frío, y tremendamente machista y desagradable en el trato con Arantxa.
A partir de ahí comienza su verdadera misión que es informar a sus superiores de los movimientos de los terroristas mientras convive con ellos que no dudarían en matarla si la descubren. De forma paralela, Ángel alias El Inhumano, su reclutador, jefe y único contacto con el exterior durante sus años de infiltrada cuida de ella. Monta un operativo policial de vigilancia veinticuatro horas siete días a la semana para proteger a su infiltrada y poder llegar hasta su piso si la cosa se complica.
Arantxa es la única agente de los varios que trató de infiltrar hace años en las inmediaciones de la banda terrorista que ha aguantado la presión, la soledad y el miedo.
La película es un thriller policial tenso y angustioso rodado con un pulso tremendo y con un guion finísimo que no deja nada al azar ni se olvida de ningún detalle. Acierta de lleno en el retrato de ese Donosti de los noventa en el que transcurre la película, en el retrato machista tanto de la policía como de los miembros de la banda terrorista, así como en mostrar las rutinas de seguridad que debían seguir los policías destinados en el País Vasco cuando se subían a su coche como hace Ángela (Nausicaa Bonnín) cada mañana o como los terroristas cometían asesinatos. Otro de los temas tratados, aunque no incide demasiado son los abusos policiales que dado el tema que se insinúa se echa de menos algún comentario de Arantxa a Ángel sobre el tema, o la rivalidad que existía entre la Policía Nacional y la Guardia Civil en la lucha antiterrorista pero también habla de la identidad en el caso de la protagonista que deja su vida para hacer de otra persona en un contexto peligrosísimo. La película agarra al espectador desde el inicio generándole una tensión tremenda que va in crescendo durante toda la película que no lo suelta hasta el final que sirve de paralelismo con la presión que siente la protagonista durante su infiltración y convivencia con los terroristas.
La Infiltrada es una grandísima película que puede servir a las generaciones más jóvenes que no han vivido el terrorismo etarra apara entender una de las etapas más siniestras de la historia reciente de este país.
Carolina Yuste está superlativa como Mónica/Arantxa en un personaje complejo en el que tiene que manejar una dualidad de emociones sin que se mezclen ya que cualquier fallo podría desenmascararla como parece que está a punto de pasar en varias escenas de la película. Así como la gestión de la tremenda soledad en la que vive que con el paso de los años hace mella en la protagonista. Su única vía de escape son la música, la ducha y su gata.
Luis Tosar está fantástico como Ángel, el jefe de Arantxa, un tipo perspicaz que juega bien sus cartas dentro de la policía para que le dejen llevar a cabo un operativo suspendido en el limbo de la alegalidad. Su relación con Arantxa es meramente profesional y aunque es algo distante en su trato y ejerce una continua presión sobre ella siempre está pendiente y la protege durante el tiempo que está infiltrada.
El resto del reparto compuesto por los estupendos Diego Anido, Pedro Casablanc, Nausicaa Bonnín, Víctor Clavijo, Pepe Ocio, Iñigo Gastesi, Jorge Rueda y Carlos Troya está fantástico exprimiendo personajes más pequeños a los que sacan todo el jugo posible.