3 Butacas de 5
Este viernes 23 de agosto se estrena MaXXXine (2024), la nueva película de Ti West que completa la trilogía de terror iniciada en 2022 con las aclamadas X y Pearl. Un slasher con aroma ochentero que cambia el tono respecto a las anteriores entregas para construir una sátira del mundo de Hollywood y sus claroscuros, pero fracasa ligeramente en el intento.
Tras huir de una masacre, Maxine (Mia Goth) se traslada a Los Ángeles a principios de los 80 para perseguir su sueño de ser una estrella de Hollywood. Todo se complica cuando entra en juego el Acosador Nocturno (Kevin Bacon), un asesino en serie que comienza a matar brutalmente a personas de su entorno sospechosamente.
Con sus anteriores películas Ti West puso el listón demasiado alto creando unas expectativas —agravadas por el tiempo de espera— para MaXXXine difíciles de cumplir. X era un perfecto homenaje del slasher tradicional al más puro estilo de La matanza de Texas, y Pearl un profundo drama sobre la opresión femenina en la América profunda que viraba completamente en forma y fondo respecto a su predecesora. En la nueva película del estadounidense, encontramos un tono más satírico que puede recordar ligeramente a la saga Scream.
La cinta pretende radiografiar la industria cinematográfica de Hollywood en los años 80 a través del personaje protagonista de Mia Goth y su ansioso afán por encumbrar su nombre. Al tiempo que transcurre este ascenso a toda costa de Maxine, el Acosador Nocturno —un conocido asesino en serie real de la década— irrumpe en el entorno de la joven causando gran revuelo tanto entre los personajes del filme como en el espectador, pues la intención de acercarse a Maxine es manifiesta, pero sus motivos no se esclarecen muy bien hasta el final.
Un final que, por otro lado, concluye muy bien a nivel narrativo conectando de forma inteligente la primera X con una MaXXXine que, si bien se presenta como secuela directa, no ofrece más indicio conductor que el propio personaje de Maxine entre ambas películas hasta determinado punto de la narración.
A pesar de lo entretenida que resulta MaXXXine y el gran trabajo de Mia Goth y Ti West tras las cámaras, no alcanza la plenitud de sus enormes predecesoras (posiblemente dos de las mejores películas de 2022, y X una de las cintas de terror de los últimos años). El intencionado tratamiento de serie b que recibe funciona en cierta medida para configurar un tono propio y diferenciador, además de satírico, pero aplana demasiado los personajes de la película y lleva al ridículo algunas de las situaciones clave amargando el último sabor de boca tras la conclusión de la trilogía.
La nueva película de Ti West es un correcto slasher con la farándula de Hollywood como telón de fondo (escenas concretas, además del tratamiento, me recordaban a Scream 2) con personajes y roles muy encorsetados que emana el aroma de este tipo de películas de serie b de los años 80/90 y se doblega en cierta medida ante sus carencias. Un cierre por debajo de lo esperado tras X y Pearl, pero disfrutable y de obligado visionado para completar una trilogía de terror posmoderna imprescindible.