'La mujer del presidente': La primera dama es un animal político

'La mujer del presidente':  La primera dama es un animal político

3’5 Butacas de 5

La comedia francesa de la semana es una sátira política bienintencionada a la que le habría venido bien tener más mala leche.

Léa Domenach dirige su primera película protagonizada por Catherine Deneuve quien encarna a Bernardette Chodron de Courcel, la mujer del presidente de la república francesa Jacques Chirac entre 1995 – 2007.

Bernardette Chirac entra al elíseo como un elefante en cacharrería, pero choca con lo que se espera de ella. No la dejan hacer nada, no puede opinar y todo el mundo la trata con condescendencia incluidos su marido y su hija Claude que actúa como consejera de su padre.

Esperan de ella que no moleste y que sea una mujer florero, pero en un momento dado Bernardette decide que será todo lo contrario. Moderniza su vestuario gracias a Karl Laggerfeld, opina cuando le dicen que no lo haga y promueve una fundación para mejorar la estancia de niños y adolescentes en los hospitales públicos franceses.

La ninguneada Bernardette se revela como un auténtico animal político. Gracias a ser elegida consejera general del cantón Corrèze supo leer el descontento de las zonas agrícolas del país y ver que la extrema derecha francesa estaba subiendo en votantes algo de lo que avisó a su marido y consejeros, pero se lo tomaron a risa como muestra la película. En 2002 Jean Marie-Le Pen consiguió pasar a la segunda algo que supuso un gran shock para la política francesa y también en Europa.  En la segunda vuelta Chirac ganó de forma rotunda no sin ser un aviso a navegantes de lo que estaba por venir en el futuro.

La película es una sátira política que juega con el elemento de pez fuera del agua al inicio, al retratar lo inmovilista que es la política francesa con el papel de primera dama y lo machista que era la sociedad en los años noventa. El reparto está bien, la cinta tiene ritmo ya que no aburre en ningún momento, y tiene algunos momentos divertidos, pero es demasiado buenista y quizá le falte más mala leche al mostrar el machismo recalcitrante y casposo de la política francesa de esos años.

Aun así, es interesante ver cómo fueron los años 90 y los primeros años del siglo XXI en la política francesa que tiene elementos que nos resuenan a la política francesa actual y permite ver la evolución del país galo en las primeras décadas del siglo XXI.

Acompañan a Catherine Deneuve, Michel Vuillermoz como Jaques Chirac, Denis Podalydès como su consejero de comunicación y Sara Giraudeau como Claudia Chirac.