Hablamos con Pablo Tocino y Sara Perogil, creador y actriz protagonista de la ficción disponible en FILMIN
‘Una Perra Andaluza’ aborda las vidas de un grupo de jóvenes que exploran el deseo a través del género: “dramarracha”
La segunda temporada del proyecto ya se encuentra rodada
“Que sean sutiles otros”. Así se presenta ‘Una Perra Andaluza’, una serie LGBTIQ+ diferente a lo visto hasta ahora, empezando por su propio recorrido: nacido como una ‘ida de olla’ entre amigos recién graduados, la serie resistió un rodaje de años, interrumpido por la pandemia y por sus propias condiciones (sin presupuesto y sin medios), y fue ganándose a actrices como Cristina Medina (‘La que se avecina’), Maripaz Sayago (‘La Mesías’), David Sainz (‘Malviviendo’), Alberto Velasco (‘Vis a Vis’), La Dani (‘Te estoy amando locamente’), Vicente Romero (‘Con el culo al aire’), Lluvia Rojo (‘Cuéntame’) y personalidades como Falete, Carlos Peguer, Elizabeth Duval, Las Tukus, Rocío Saiz, Karmento, David Andújar o Elsa Ruiz, que hacen cameos en ella. Tras exhibir su capítulo piloto por festivales como el IV FOC Cultura Con Orgullo o el II Temporada Queer (donde ganó el Premio del Público), la serie maldita que parecía que jamás iba a ver la luz llamó la atención de Filmin, y por fin ‘Una Perra Andaluza’ acaba de estrenar su primera temporada completa, disponible en la mencionada plataforma.
‘Una Perra Andaluza’ no quiere ser drama, comedia ni dramedia, sino “dramarracha”. Porque “dramarracha” es también la actitud con la que tiran para adelante sus protagonistas, un grupo de amigos de entre 17-25 años de contextos distintos entre sí, pero que comparten el sentirse solos
(pese a vivir en una estimulación constante) y sentirse perdidos en el sexo (pese a la hipersexualización de su entorno). A lo largo de los episodios, sus historias irán cruzándose y ellos irán explorando sus deseos y su intimidad, pero sobre todo la amistad y el apoyo mutuo, puesto que, en realidad, siempre han estado más cerca de ser los pringaos y los frikis que de la popularidad.
Eso era importante para su creador, Pablo Tocino, que siente que los personajes del colectivo suelen representarse “bien con el destino trágico que hasta hace no mucho era lo común en ficción, o bien con una idealización bastante marciana. Nosotros queremos que puedas identificarte a ti o a tus amigos en sus personajes y situaciones… incluso cuando preferirías no hacerlo”. De hecho, ‘Una Perra Andaluza’ no tiene filtros a la hora de tratar según qué situaciones, desafiando a quienes afirman que ‘ya no se puede hablar de nada’ con su mezcla de humor y empatía, “si solo es humor, puedes acabar siendo un bully cualquiera, pero, si solo es empatía, se queda en algo bienintencionado que no llega a plantear nada”, cuenta Tocino, para quien el llamativo título de la serie no era solo un guiño al corto de Luis Buñuel, sino algo clave a la hora de tener ese mensaje anti-tabú: “en absoluto hace falta ser una perra andaluza para entrar aquí, pero si eres o si te sientes una perra andaluza, quiero que sepas que no tienes que ‘suavizar’ nada para entrar aquí”.
Segunda temporada ya rodada
El viernes 7 de junio se estrena en Filmin la primera temporada de la serie pero ya hay una segunda temporada rodada. El equipo habla con mucha ilusión de ella, pues sienten que la serie va mejorando a medida que avanza: el cambio se nota a lo largo de la primera temporada, y aún más en el paso a la siguiente. Además, si la primera temporada está rodada entre Sevilla y Cádiz, en la segunda se visitan también el resto de provincias andaluzas. La postproducción de la segunda temporada se espera que acabe después del verano, así que no tendremos que esperar mucho.
El equipo
El creador de la serie, Pablo Tocino (Huelva, 1995), se licenció en Medicina por la Universidad de Sevilla, pero cambió las batas blancas por las claquetas, dirigiendo cortometrajes como ‘Tengo un trato’, ‘EntreTíasSí’ o ‘Nueva Carne’ y participando en otros proyectos como ‘Eme’ o ‘En fin’. Tras unirse a compañeros como Melania Bobi, Carola Alonso, Laura Cuadrado, Álvaro Lara, Ana Barón, María Pasadas, Reyes del Junco, Lorena Martínez o Adrián González, entre todos sacaron adelante un proyecto mastodóntico para el (cero) presupuesto disponible. En el reparto, rostros desconocidos hasta ahora como Sara Perogil, Enmanuel García, Jota Palacios, Esther de los Reyes, Isabela Hernández, Yir Campos, Maialen Ruiz, Manuel Horus o Fabiola Martínez están amadrinados por los cameos antes mencionados.
Sinopsis de ‘Una Perra Andaluza’
Sofía, Samu, Marcos, Tamara María, Sylvia y Judit se encuentran en distintos momentos de su vida, pero a punto de hacer cambios en ella. Sofía y Samu estudian Medicina, pero están lejos de tener las cosas claras. Sofía ha seguido siempre por miedo el camino marcado, pero ahora siente que ese camino le da más miedo, y Samu brilla como el amigo divertido y leal, mientras lucha contra sí mismo. Tamara María es una chica de Las 3000 Viviendas que no para de trabajar, y aún así saca tiempo para ayudar a su prima Sylvia, que ha vuelto a Sevilla después de haber pasado su adolescencia en Madrid – cuando aún no le había dicho a nadie que era trans. En el instituto tenemos a Judit, recién llegada de Costa Rica y conociendo a una chica mucho mayor que ella, y al torpe Marcos, cuyo cerebro está dividido entre la nota de corte de Medicina y lo pillado que está por un chico (hetero) de su clase. A medida que sus caminos se van cruzando (o separando), estas perras andaluzas irán explorando sus deseos y su intimidad, e irán descubriendo lo importante de la amistad y del apoyo mutuo.
En este camino, irán conociendo a una serie de variopintos personajes que expanden el universo de
‘Una Perra Andaluza’. Así, tenemos a Irati (vasca recién llegada a Sevilla huyendo de su boda, cual
Rachel de ‘Friends’ pero sin heterosexualidad), Antoñito (adorador de la Virgen Macarena y de Ylenia Padilla a partes iguales), Dani (tan metalero como dosmilero: lo flipa con Judas Priest pero también con Sonia y Selena) o Angustias (que se autodefine como “monjita pero putilla de espiritu”). Pero el universo de ‘Una Perra Andaluza’ no pretende ser un “puzzle generacional” (más bien, un Frankestein generacional), y sus personajes no pretenden ser el modelo a seguir de nadie, porque están ocupados cagándola, aprendiendo y volviendo a cagarla, porque, como decía Machado, “caminante no hay camino, se hace camino al cagarla” … o algo así. Porque, si le dijeses a Sofía o a Samu eso de “yo amo los mundos sutiles”, ellos te responderían “que sean sutiles otros, yo quiero vomitar”.
¿Qué es “dramarracha”?
“Dramarracha” es tener tan reprimida tu sexualidad que en el instituto te aguantes las ganas de ir al baño para no coincidir en él con otros niños… y acabes meándote encima en clase de Mates. Es que te digan “no quiero que mi ex te vea y piense que he bajado el listón”, y tú no le mandes a tomar viento… sino que le consueles por no haberlo superado. Son solo un par de ejemplos de cómo entre las vivencias de estos personajes hay situaciones desde luego desagradables, pero a la vez tan cutres que quizás por eso se ríen al recordarlas. O quizás porque así no se exponen tanto: si se ríen ellos mismos, que otros se rían ya parece que tiene menos poder.