3 Butacas de 5
Norberta es una película bastante curiosa, tiene una mezcla de elementos en la trama que subvierte el subgénero de robos y atracos en beneficio de una comedia familiar que trata un tema tan actual e importante como la identidad de género. Luis Bermejo y Adriana Ozores protagonizan Norberta, un film que quiere concienciar a la sociedad desde un punto de vista menos radical, pero igual de reivindicativo, abordado con amabilidad y una perspectiva ingenua, sin pretender ser pesada ni molestar. Lo más curioso es el enfoque, que a pesar de tener un personaje con una trama juvenil, son las personas de mediana edad quienes tienen que lidiar con los problemas generados en sociedad por la decisión de mostrarse al mundo tal como son.
La película de Sonia Escolano y Belén López Albert nos presenta a Norberto y María, un arquetipo de matrimonio español con una vida normal y aburrida, con algunos problemas económicos, líos con sus nietos y este tipo de cosas. Aunque en la sombra y de forma rocambolesca, son atracadores de perfil bajo: supermercados, bazares y gasolineras, nada comparado con “La casa de papel”. Norberto se ha creado un rol de personaje llamado Norberta, que es una mujer mayor que, en un primer momento, permite mediante su fragilidad que sus víctimas confíen en ella, hasta que saca su pistola para robarles.
Poco a poco, Norberto va desarrollando un gusto por ser mujer. Mientras, con el paso del metraje, va siendo un campo de dudas para aceptarse a sí mismo como lo que es. Este proceso de transformación afectará a sus amigos y familiares, sobre todo a su mujer, llevándole a plantearse su relación e investigar hasta qué punto Norberto se ha sentido del sexo opuesto. Todo esto apoyado con unos buenos personajes secundarios y unas secuencias de comedia ligera que le quitan peso, pero no profundidad, a lo complicado de la situación. Dejando de lado los atracos para el tercer acto.
Al final, nos encontramos con una rara avis que mezcla de una manera más o menos acertada los temas de los que trata, poniendo sobre la mesa un personaje que se enfrenta a un cuerpo que no le representa y a una sociedad que no le permite ser feliz ni ser quien quiere ser. Algo por lo que pasa mucha gente y que merece ser visibilizado en la gran pantalla. En ese sentido, es valiente, aunque irregular. Posee momentos emotivos, pero las escenas de robos son algo inverosímiles, como si pertenecieran a otra película. Bermejo está sensacional, como de costumbre.
En definitiva, Norberta tiene valor por sí misma para ser una película entretenida y entrañable. Y no es poco en nuestra cartelera actual.