3 Butacas de 5
El miércoles 17 de julio se estrena en España Nuestro momento perfecto (2023), ópera prima de la alemana Aylin Tezel, más conocida en su faceta de actriz (7500: avión secuestrado, El maestro carnicero). Es un drama romántico sobre amor y desamor no muy original y demasiado postal, que tiene un lado emotivo y sincero, aunque termine venciendo la complacencia.
Un fortuito encuentro en la isla escocesa de Skye, sirve a Kira (Aylin Tezel) e Ian (Chris Fulton) para sentir una profunda e instantánea conexión en época invernal. Después de un fin de semana juntos, vuelven a Londres e intentan seguir con sus vidas por separado enfrentándose a sus problemas personales y sin poder olvidar aquellos días.
Tezel dirige, protagoniza y firma el guion de Nuestro momento perfecto. Su implicación en el proyecto es absoluta —tal y como ocurría recientemente con la maravillosa Siempre nos quedará mañana (2023)de Paola Cortellesi— y denota su interés por la historia que cuenta. La película logra emocionar por momentos a pesar de sus altibajos y debilidades.
Si tras el encuentro inicial, bastante típico, aunque satisfactorio; da la sensación de que todo es superficie y no se indaga en los personajes, de pronto su separación conduce a una larga exploración doble de sus vidas más personales dejando a un lado su relación. La cinta pasa de un extremo a otro, de forma que anhelamos la tramposa unión de partida entre Ian y Kira, pero apenas existen acercamientos.
La película se convierte en una exposición de sus vidas por separado, con sus respectivos conflictos y vicisitudes, que no responden necesariamente a la idea de su relación: son dos películas en una, que mediante algunos momentos concretos dan la sensación de ser la misma sin conseguirlo del todo.
No obstante, y a pesar de ser un poco tramposa, consigue con ese choque emocional inicial y consecutiva separación, el anhelo constante de reencuentro (bastante usual en este tipo de propuestas). Cuando al fin, y de forma bastante emotiva, se alcanza lo esperado, termina perdiendo su magia por rendirse a la complacencia habitual.
En el ámbito narrativo y estético tiene la “forma postal” característica del filme romántico promedio con potencial de montaje cursi de tiktok, aunque el conjunto de la película es mucho más que eso y la pasión de sus personajes se traslada con fuerza a la butaca.
Nuestro momento perfecto es una película romántica bastante conmovedora que los admiradores del género amarán. No es original ni tan profunda como otras, pero transmite emoción y los actores protagonistas son muy resolutivos.