3’5 Butacas de 5
La actriz argentina Dolores Fonzi debuta en la dirección con una comedia tierna y divertida sobre la maternidad no convencional.
Blondi (Dolores Fonzi) y Mirko (Toto Rovito) hacen todo juntos. Viven juntos, escuchan la misma música juntos, ven las mismas películas, van a los mismos recitales y les gusta fumar marihuana juntos. Todo es perfecto, pero, aunque parecen de la misma edad, en realidad, Blondi es la madre de Mirko.
Nuestra protagonista trabaja realizando encuestas callejeras para la administración pública. Tiene una familia bastante alocada formada por su hermana Martina (Carla Peterson) que está casada con Eduardo (Leonardo Sbaraglia) y tienen dos hijos con quien ha formado una familia y gracias al trabajo de ambos tienen un nivel de vida muy bueno. También está su madre, Pepa (Rita Cortese).
Mientras que Martina tiene una familia clásica, pero se siente ahogada e infeliz, Blondi afrontó su maternidad en solitario en un momento en el que aún no estaba preparada para ello, pero lo encaró con optimismo.
Todo transcurre con cierta normalidad hasta que Mirko quiere estudiar en Barcelona, pero no sabe cómo decírselo a su madre y casi al mismo tiempo, su tía Martina desaparece de un día para otro algo que supera a su marido Eduardo.
La película es amena, gamberra, divertida y optimista, aunque tenga sus momentos de drama. Tiene unos diálogos ágiles e ingeniosos y todo el reparto está fantástico. Dolores Fonsi está cautivadora y carismática encarnando a una adulta anclada en la eterna adolescencia pero que daría todo por su hijo y su familia al tiempo que nos hace reflexionar sobe las relaciones familiares.
Ameniza la historia una espectacular banda sonora de grupos como ‘Las Ligas Menores’, ‘The Velvet Underground’ o ‘Blondie’ que mete de lleno desde el inicio al espectador en la película al transmitir muy buen rollo.