2 Butacas de 5
La deriva en la carrera de alguien como Russell Crowe es digna de estudio. El actor inglés lleva unos cuantos años aceptando encargos de una o varias ligas por debajo de su nivel. Algunas de las cintas más recientes como El exorcista del papa llegaron a ser un fenómeno y tuvieron una buena recaudación en taquilla, sin embargo, sus últimos trabajos pasan discretamente por las salas y son poco memorables. En esta línea está Sombras del pasado, un thriller predecible y aburrido.
La historia es la adaptación de una novela de Eugen O. Chirovici, autor rumano, en ella se cuenta la historia de un ex detective de homicidios (Russell Crowe) cuyo pasado es un agujero negro debido a su incipiente Alzheimer. Tras una serie de circunstancias, se ve envuelto en la investigación de un antiguo caso sobre el brutal asesinato de un profesor universitario. Mientras se somete a un novedoso tratamiento contra el Alzheimer, su investigación le revelará nuevas pistas y escalofriantes secretos del pasado.
La cinta está dirigida por Adam Cooper, autor de guiones de largometrajes como Exodus, dioses o reyes (2014) o Assasin’s Creed (2016) y que se estrena en la dirección con una película olvidable. Poco hay de interesante en una puesta en escena clásica y sin alicientes, acompañada de un guion que da demasiadas vueltas y termina aborreciendo a un espectador que no deja de escuchar una y otra vez relatos de personajes sin carisma para finalmente encontrarse con un desenlace que se puede intuir desde bien iniciado el conflicto.
Poco más hay que reseñar de Sombras del pasado, una película de sobremesa que si bien puede llegar a cautivar a alguien, lo más probable es que cause hastío o sirva como previa a una buena siesta.