El director estrena en España su último trabajo, un autorretrato donde traslada sus vivencias personales al testimonio de un director de cine en Roma.
La jornada de clausura del 16 Festival de Sevilla ha recibido a una de las leyendas vivas de cine actual, el director italoamericano Abel Ferrara (Nueva York, 1951). El autor de clásicos como ‘El rey de Nueva York’ (1990) y ‘The Funeral’ (1996), ha mantenido un encuentro con la prensa para hablar de su película ‘Tommaso’, con la que compite en el Festival de Sevilla.
Ferrara ha tejido un relato con el que pone en imágenes las obsesiones y ansiedades de un cineasta americano en Roma. Un retrato visceral de una mente torturada para el que el aclamado director vuelve a confiar en Willem Dafoe como protagonista después de ‘Pasolini’, y con el que regresa a la ficción cinco años después.
Para el director de culto, “no se trata de un autorretrato en sentido estricto, aunque sí hay elementos comunes con mis vivencias”, ha sostenido, ya que “todas mis películas son autobiográficas, si no no haría cine”, ha concluido. La línea entre realidad y ficción se hace más corta porque, pese a que “no se trata de un documental”, según ha afirmado el neoyorquino, la cámara interpela al espectador con primeros planos hasta meterse en la mente de los personajes: “He filmado planos hasta con mi teléfono móvil”.
Todos estos ingredientes le han servido para esbozar su posible autorretrato a través de la historia de un director de cine italoamericano, que vive en Roma con su joven mujer y su hija de tres años (las de Ferrara en la vida real). El protagonista navega confusamente por la vida en una película que es a la vez autoexorcismo, terapia y pesadilla, y que conduce al público por el humor, los demonios personales, las adicciones pasadas, la realidad y las ensoñaciones de un hombre que lleva cuarenta años mostrando una mirada personalísima del celuloide.
Ferrara ha manifestado que vivir en Italia desde hace seis años le ha dado la oportunidad de respirar y experimentar al máximo: “Para mí, hacer películas es una oportunidad de involucrarme en el mundo. Una película es una experiencia sagrada”.
Biografía de Abel Ferrara
Punta de lanza del cine independiente americano, Abel Ferrara nació en Nueva York en 1951 de ascendencia italiana e irlandesa. Junto a autores como Scorsese y Cimino, es parte de una generación de icónicos directores que, al calor del thriller urbano, ahondan en la experiencia de los descendientes de esa gran ola migratoria europea. Desde su debut en 1979 con ‘The Driller Killer‘, ha firmado una larga lista de títulos de culto (en su mayoría en torno a personajes atormentados y autodestructivos) como ‘El rey de Nueva York’ (1990), ‘Teniente corrupto’ (1992), ‘Secuestradores de cuerpos’ (1993), ‘El funeral’ (1996) y ‘Blackout’ (1997). En la última década ha entregado títulos como ‘4:44 Last Day onEarth’ (2011) y ‘Pasolini’ (2014), además de numerosos documentales. En 2011 Locarno le concedió un Premio Honorífico a su trayectoria, un reconocimiento más a una carrera brillante cuya última referencia es ‘Tommaso’, película autobiográfica estrenada en el Festival de Cannes.
Una propuesta de acción salpicada por el narcotráfico
La clausura del Festival también tendrá una película española como protagonista. ‘Adiós‘, la nueva producción de Paco Cabezas (Sevilla, 1976), que cuenta con Mario Casas, Natalia de Molina, Ruth Díaz y Carlos Bardem como protagonistas. Una cinta que pondrá fin a esta edición y los espectadores podrán verla esta noche en el Teatro Alameda a las 22 h.
Parte del equipo del filme ha recibido esta mañana a la prensa para compartir sus sensaciones sobre la producción. Cabezas ha comentado que “está hecha en Sevilla y para Sevilla”, porque “después de un tiempo trabajando fuera, en Estados Unidos, me di cuenta de que me había dejado algo en casa; en aquel niño que iba en bicicleta y que después de ver ‘Reservoir Dogs’ supo que quería hacer cine”.
La cinta narra la historia de Juan, un preso en tercer grado y padre de familia, que logra un permiso para asistir a la comunión de su hija en Sevilla. Pero la muerte accidental de la niña destapa todo un entramado de corrupción policial y narcotráfico, y el caso acaba en manos de Eli, una inspectora que tendrá que lidiar con los recelos de un sector de la policía y del padre de la pequeña, que quiere tomarse la justicia por su cuenta. Un emocionante thriller en que brilla la interpretación de Casas y el manejo de las escenas de acción del director.
Natalia de Molina, quien también ha estado en la presentación, ha señalado que “se trata de una película redonda”. En este sentido, ha indicado que “trabajar con Paco es maravilloso porque hace que las cosas difíciles parezcan fáciles y eso solo lo hacen los grandes”, según ha añadido la actriz de Linares.