3 Butacas sobre 5
Veinte años han pasado desde que One Piece, el manga creado en 1997 por Eiichiro Oda y protagonizado por el elástico pirata Monkey D. Luffy y su fiel pandilla, saltara a la televisión en forma de anime. Veinte años que han dado para mucho: casi mil episodios de anime y manga, trece episodios especiales, tres OVAs promocionales, millones de fans por todo el mundo y catorce películas. Entre estas se encuentra la que ahora celebra el 20 aniversario de la serie animada: One Piece: Estampida, un film dedicado 100% al fan de toda la vida, quien encontrará múltiples guiños al anime y razones de sobra para ir al cine a disfrutar de esta nueva aventura de Sombrero de paja, y es que tanto el director Takashi Otsuka como su co-guionista Shiroh Hamaguchi han tenido claro en esta cinta qué es lo que el seguidor de One Piece busca en un acontecimiento tan importante como este.
Así pues, los creadores de este nuevo largometraje de la franquicia han aunado en esta fiesta al mayor número de personajes: cientos de piratas de todas partes del mundo, marines tratando de capturarlos, los Siete Señores de la Guerra, el Ejército Revolucionario, por supuesto, la banda de Sombrero de paja ( Monkey D.Luffy, Zoro Roronoa, Sanji, Nami, Nico Robin, Chopper, Ussop, Franky y Brook), Buena Festa (el maestro de las festividades no podía faltar en un evento como el que nos ocupa) y Douglas Bullet, afamado pirata por haber acompañado a Gol D. Roger, el Rey de los piratas, en sus aventuras y de haber causado una de las mayores masacres que se recuerden en el mundo marino. Precisamente sobre este personaje recae la mayor parte de la trama, pues, valiéndose de decenas de barcos, crea un demonio gigante que hará muy difícil la supervivencia de Luffy y compañía y su misión (la suya y la de centenares de piratas que han asistido a la celebración del Festival de los Piratas orquestada por Buena Festa): conseguir el tesoro que dejó en vida el Rey de los Piratas.
Tanto personaje en pantalla y tanto detalle en cada fotograma cautivará, sin duda, al fan que esté familiarizado con la serie. Sin embargo, para el que escribe estas líneas, que disfrutó con las anteriores cintas de la saga pero tiene decenas de capítulos pendientes tanto en manga como en anime, el interés de la historia se ve mermado a medida que se enrevesa su trama. Qué duda cabe de que estamos ante una película épica, muy posiblemente la más épica de la saga; también la más emotiva (a más de uno le caerá alguna lágrima), pero, ante todo, One Piece: Estampida es la más grandilocuente, cualidad que no en todos los pasajes le sienta bien a la cinta. Lejos de seguir la norma de menos es más, Otsuka y Tomioka optan por hacer de este film una obra barroca, cuasirrococó, llenándola en demasía de personajes, golpes de efecto (de acción y emocionales) y diálogos (en ningún momento hay hueco para el descanso); todo acompañado por una animación digna de elogio, superando con creces este título al resto de películas de la serie, al menos en este aspecto, pues, en comparación con el anterior título, One Piece Gold, esta entrega cojea algo más en el argumento, pues abraza por completo la faceta más bélica del shonen y deja a un lado el carácter preponderantemente aventurero y cómico que caracterizaba la decimotercera película de One Piece.
En resumidas cuentas, podemos definir One Piece: Estampida como un gran homenaje al fan de la saga, que se emocionará y vibrará ante esta épica aventura de Luffy y compañía que, sin ser perfecta, sirve como digno 20 aniversario de una serie que seguirá por mucho tiempo viva en nuestros corazones.