3’5 Butacas de 5
A través de los ojos de Cléo, una tierna niña de seis años, conocemos a Gloria, su nana, una mujer de Cabo Verde que la ha cuidado desde su nacimiento. Gloria es todo lo que Cléo conoce como amor maternal, su mejor amiga, su cuidadora y cómplice. Acostumbradas la una a la otra, son obligadas a separarse, pues Gloria debe volver a Cabo Verde a cuidar de sus hijos, ya que la madre de Gloria acaba de fallecer.
Una cinta enternecedora sobre el duelo de perder a una madre y la dificultad sobre las relaciones entre padres e hijos.
Ante la tristeza de Cléo al perder a su nana, su padre le promete llevarla en vacaciones a ver a Gloria y es en ese verano que el espectador será testigo no sólo de la cultura en la que se desenvuelve Gloria, sino de la relación rota entre Gloria y sus hijos por tantos años de separación.
A pesar de no haber un conflicto claro, sino más bien una situación en la cual los personajes deben adaptarse, Àma Gloria se disfruta por la naturalidad con la que las cosas suceden: los sentimientos de una niña pequeña que solo busca recuperar a su “madre” y en contraparte el mar de emociones de los verdaderos hijos de Gloria sintiendo el duelo de perder a su abuela, la señora que fungió tantos años como madre, mientras acogen a Cléo en su propia casa, la niña por la cual Gloria no pudo criarlos.
Una cinta que plantea la realidad de muchas mujeres migrantes y el duelo del que nadie habla: separarse de un hijo que no nació de tus entrañas. Sin duda una película que invita a la reflexión y el cuestionamiento de todas esas mujeres que parecen no tener vida, ni pasado, solo una gran sonrisa y los brazos abiertos para cuidar a los hijos de otros.