Esta semana llega a las carteleras españolas la comedia dramática italiana ‘Siempre nos quedará mañana’ que ha arrasado en el país transalpino con más de cinco millones de espectadoras.
La actriz Paola Cortellesi debuta en la dirección con una comedia dramática en la que da vida a Delia, una mujer de clase obrera lo mismo pone inyecciones, que hace arreglos de ropa o monta paraguas para salir adelante en la Roma de Posguerra de 1946. Vive en un bajo destartalado con sus tres hijos, su malhumorado y maltratador marido Ivano (Valerio Mastandrea) y con su enfermo y malhablado suegro.
Delia vive bajo el yugo de su marido porque tiene que pedir permiso para todo. La opresión también la vive su hija Marcella (Romana Maggiora Vergano) porque sus hermanos pequeños valen más que ella para estudiar y aunque a ella le habría gustado continuar estudiando trabaja en una fábrica.
Un día, la alegría llega a la casa en forma de boda, Marcella, la hija mayor del matrimonio se casa con Giulio (Francesco Centorame) un chico de buena familia. Pero algo cambia tras oír una conversación de los futuros esposos tras la pedida de mano. Delia hace balance de su vida, de lo que pudo haber sido y no fue y se ve reflejada en su hija Marcella y no quiere que a su hija le pase lo mismo que ella. Al mismo tiempo, recibe una misteriosa carta que le hará cuestionarse su situación y buscar un futuro mejor tanto para ella como para su hija.
Todo el reparto de la película está fantástico en esta divertida y fresca comedia dramática rodada en blanco y negro como si se tratase de una película del neorrealismo italiano de los años cuarenta. La historia de la película juega con ciertas tramas de enredo haciendo pensar al espectador algo que no es para que el final sea totalmente sorprendente.
El largometraje expone la situación de las mujeres de esa época, pero contiene también una mirada crítica desde el presente a través del personaje de Marcella con respecto a la situación de su madre. La combinación entre el neorrealismo más romántico, la música actual y otros elementos contemporáneos con la crítica del pasado que sirve de espejo en el presente está perfectamente engarzada al tiempo que reivindica un momento clave de la historia reciente de Italia.