Crítica ‘Sueños y Pan’: los chicos del barrio
El preestreno de Sueños y pan, la nueva película del director y alumnni TAI Luis (Soto) Muñoz,que ya ha obtenido diversos reconocimientos internacionales como el Premio DAMA Agustí Villaronga a la Mejor Película Nacional en Atlàntida Mallorca Film Fest y ha sido seleccionado en festivales como el Festival de Cine Europeo de Sevilla, el D’A, Atlàntida Mallorca Film Fest, Rizoma, Ibértigo o IbizaCineFest, se celebró ayer en laEscuela Universitaria de Artes TAI.
Sueños y pan se estrena en cines mañana, viernes 19 de abril. Al evento acudió el equipo del largometraje, cuya totalidad de sus miembros se ha formado en TAI.
Tras la proyección tuvo lugar un coloquio en el que participaron el director, Luis (Soto), que ha estudiado el grado en Cinematografía en la especialidad de Dirección en TAI, sus dos protagonistas, también estudiantes de TAI del grado de Artes Escénicas: George Steane, uno de los actores de Extraña forma de vida, la última película de Pedro Almodóvar,y Javier de Luis, el director, actor y productor de la compañía teatral Paroxa, así como otros miembros del equipo.
Sobre la película
Sueños y pan, producida por Mubox Studio, nace como “película de escuela, no porque se enmarque en el seno de alguna escuela de cine sino porque fue esta la película que decidimos que nos enseñaría a hacer películas”, expresa el director, quien añade que se trata de “una historia de tránsito, quizás a ninguna parte, que representa colateralmente el viaje de quienes la hicimos, la escribimos con 19 años y la terminamos con 23”.
Según explica Luis (Soto), este filme nace de la obsesión por Los Olvidados (Buñuel, 1950) y Los Golfos (Saura, 1960), películas con las que comparte cierto diseño estructural, abordaje del escenario y temática: la deriva de los jóvenes sin rumbo. “Quisimos hacer una película en este mismo sentido, que aconteciese en los márgenes de la ciudad, en el umbral entre la reposada periferia y la frenética urbe. Unos personajes que paseen por este borde, en un estado liminal tanto físico como mental, entre una cosa que se ha ido y otra que está por llegar”, reconoce.
Sinopsis
Javi y Dani roban un cuadro. Al sospechar de su cuantioso valor, ponen en marcha un plan para vender la obra. Plan que se va desmoronando a cada paso que dan. Ambos toman una senda sanchopancesca, forzando intentos de venta desde el extrarradio hasta las galerías con más alto standing de la ciudad. Los dos recorren la ciudad a medida que su suerte va mermando, aplacando el juicio moral que supone el acto que han cometido.
El director
Luis Muñoz Cubillo, alias: Soto. Nace en el año 2000 en Baena (Córdoba). Licenciado en Cinematografía en la especialidad de Dirección en la Escuela Universitaria de Artes TAI. Reside actualmente en Madrid.
En 2020, rueda su primera pieza El cuento del limonero, estrenada en el Festival Internacional de Mediometrajes de Valencia, obteniendo las menciones a mejor guion y mejor mediometraje por el Jurado Sènior. En 2022 rueda su segundo corto, Circo de pulgas.
Sueños y pan, su primer largometraje como director, fue estrenado nacionalmente en el Atlàntida Mallorca Film Fest (Mallorca, España) donde ganó el premio Agustí Villaronga a la mejor película nacional. También ha sido seleccionada en Ibértigo, la 21a Muestra de cine Iberoamericano de las Palmas de Gran Canaria, Rizoma y en la sección Panorama Andaluz del Festival de Sevilla.
En 2023 finalizó Los restos del pasar, largometraje codirigido con Alfredo Picazo que tuvo su estreno nacional en el FICX Festival de Cine de Gijón (2023) donde ganó el premio FIPRESCI al Mejor Largometraje (Sección Oficial Competición Tierres en Trance) y el premio AMAE al Mejor montaje de película Española Rafael Cano junto a la mención especial a mejor película española, antes fue seleccionada en fase desarrollo en el Cannes Docs del Marché du Film del Festival de Cannes.
Actualmente, está desarrollando el guion de su siguiente largometraje El Quijote según Juan Trujillo, seleccionado en Cinema Pendent y Extremlab de L´Alternativa.
Su cine se caracteriza principalmente por el uso de zonas rurales como escenario. Interesado en modelos de producción descentralizados, rueda sus películas inundándolas de un aura escapista frente al frenesí urbano. Su obra trata temas como la ausencia, la memoria o la deriva adolescente, impregnada inevitablemente de trazas de realismo mágico y fantasmagorías heredadas de la literatura iberoamericana.
