4 Butacas de 5
Después del olvidable remake del 2006 de la icónica y terrorífica “La profecía” regresamos al universo del Anticristo en “La Primera Profecía”, precuela que nos adentra en un viaje escalofriante a través de la fe y el horror, presentando una historia seductora que deleitará a los amantes del género. La película sigue a una misteriosa joven que ingresa a un orfanato-monasterio de monjas con la esperanza de iniciar su vida clérica, solo para verse envuelta en una conspiración oscura que busca dar paso al nacimiento del Anticristo.
Dirigida por Arkasha Stevenson y protagonizada por un brillante elenco que incluye a su espectacular protagonista Nell Tiger Free, Sonia Braga y al mítico Bill Nighy. Nos llevarán a través de imágenes, sonidos y sensaciones viscerales y horríficas a la clásica batalla del bien contra el mal.
Desde el inicio, se establece una atmósfera de tensión palpable, donde lo sobrenatural se mezcla con lo mundano en un baile siniestro de engaño y oscuridad. El aspecto que más se destaca es su bella y realmente cuidada fotografía, a cargo de Aaron Morton. La combinación de oscuridad y luminosidad, junto con el uso magistral de filtros de niebla, crean una atmósfera única que adentra al espectador en un mundo de terror y paranoia. Los espacios interiores del orfanato se sienten opresivos y ominosos, mientras que los exteriores están bañados en una luz engañosa que oculta peligros inminentes. Esta dualidad visual refleja a la perfección la dualidad temática de la película, donde el mal se esconde tras una fachada de normalidad y pureza.
Además de su impresionante fotografía, se destaca por su narrativa intensa y emocionante. Las muertes se presentan de manera cruda y realista, sin concesiones, lo que añade un sentido de urgencia y peligro a cada escena. Los jumpscares están hábilmente implementados, manteniendo al espectador en constante tensión y anticipación.
No solo nos presenta una historia de horror sobrenatural, sino que también nos desafía a cuestionar nuestras propias creencias y convicciones. A medida que la protagonista se enfrenta a la conspiración que amenaza con desatar el caos en el mundo, nos vemos obligados a examinar nuestros propios valores y la fuerza de nuestra fe.
En contraste con el fallido intento de secuela en el universo de “El Exorcista”, donde se desviaron del material original y su canon establecido, “La Primera Profecía” se destaca por su respeto al legado de la trilogía original. Logra mantener la esencia y la coherencia con la historia previa, no obstante, el final sorprenderá a más de uno al añadir elementos inesperados y revelaciones arriesgadas que desafían las expectativas.
Además, está llena de referencias a la trilogía original, lo que seguramente deleitará a los fanáticos del género. Sin embargo, es capaz de sostenerse por sí misma como una experiencia cinematográfica sólida y aterradora, incluso para aquellos que no están familiarizados con las entregas anteriores. Aunque si recomiendo revisitar al menos la primera para captar las constantes referencias al producto original.
“La Primera Profecía” tal vez se convierta en las grandes películas de terror de esta nueva década, es una obra maestra que cautiva y aterroriza en igual medida. Con una fotografía impresionante, una narrativa emocionante y actuaciones sobresalientes, se establece como un hito en el género del cine de terror. Recomiendo encarecidamente verla, especialmente para aquellos que buscan una experiencia que los mantendrá al borde de sus asientos hasta el final.