3’5 Butacas de 5
Anthony Hopkins, protagonista de El silencio de los corderos, vuelve a la gran pantalla con Los niños de Winton, dando vida a un corredor de bolsa, Nicholas Winton, responsable de una de las hazañas más reseñables de la historia de los conflictos mundiales: salvó a cientos de niños de morir en Praga bajo el yugo de la Alemania nazi.
En su viaje a Praga como apoyo humanitario, Nicky, como le llama su mujer, se da cuenta de la cruda e insalubre realidad a la que se enfrentan las familias checoslovacas en la Praga de 1939. Hacinados en refugios a la intemperie y expuestos a bombardeos, secuestros y al atroz invierno, miles de niños sufren de hambruna y luchan por sobrevivir ante la mísera realidad que les ha tocado vivir, a la espera de que las tropas de Hitler lleguen a la ciudad y se lo lleven todo, también sus vidas.
Dirigida por el británico nominado al Bafta, James Hawkes, la cinta ofrece una trama compuesta por dos realidades. La primera, desde la mirada agotada, nostálgica y dolorida de Anthony Hopkins, encarnando a un Nicholas Winton en el ocaso de su vida, quien todavía conserva en un cajón de su casa un maletín con los miles de archivos relativos a la memorable hazaña. La segunda, un pasado al que el director viaja de la mano del intérprete Johnny Flynn, para narrar en primera persona las motivaciones que llevaron al joven y filántropo Winton a planear la operación humanitaria.
Cierto es que el cineasta pudo hacer mucho más por retratar y transmitir al espectador las insufribles y temibles condiciones de vida de los niños, dedicando demasiado metraje a las vivencias del joven Winton y su pulso con el Gobierno británico para lograr un acuerdo de rescate. Por otro lado, todo el peso emocional se va a las escenas de un Nicky en sus últimos años de vida, que no ha superado el peso en su conciencia de las vidas que no pudo rescatar y que mantiene al espectador esperando un desenlace justo para el protagonista. Un fascinante Hopkins logra transmitir el peso de estos recuerdos en la mente de quien, aunque no pudo hacer más, no se conforma con “tan poco”.
En los compases finales del emotivo y doloroso largometraje, se cierra la trama de la mejor manera posible. Winton logra que se dé voz a estas horribles historias, gracias a un programa televisivo, dando lugar a un esperado reencuentro entre el protagonista y los redimidos niños que, ya no tan jóvenes, agradecen al protagonista en lo que supone un verdadero clímax cinematográfico para el espectador. Como un rayo de luz en una de las épocas más oscuras de la humanidad, el humanitario Winton salvó las vidas de 669 niños y niñas y no habrá películas suficientes para rendir pleitesía a una de las personas más importantes del siglo XX.
La película llega a las salas de cine españolas el próximo 22 de marzo, con un reparto que, además de Anthony Hopkins y Johnny Flynn, lo completan la dos veces nominada al Oscar Helena Bonham, el también nominado a la estatuilla Jonathan Pryce y el nominado al Bafta Romola Garai.