El Festival, que alcanza este martes su cuarta jornada, acoge el estreno de ‘Dios existe, su nombre es Petrunya’ y ‘El reflejo de Sibyl’ dentro de la Sección Oficial.
Dos directoras europeas han coincidido en la jornada de hoy presentando sus películas a competición en la Sección Oficial del 16 Festival de Sevilla, que se celebra hasta el próximo sábado, 16 de noviembre. La macedonia Teona Strugar Mitevska estrena en España ‘Dios existe, su nombre es Petrunya’, una historia que parte de un hecho real ocurrido en 2014, y que comienza en un pueblo de Los Balcanes donde un sacerdote ortodoxo arroja una cruz al río. El hombre que la recoja gozará de buena suerte todo el año. Solo que esta vez quien la encuentra primero es una mujer, Petrunya.
La insólita premisa, aunque basada en hechos reales, sirve a la autora para tejer un relato sobre la rebeldía y la capacidad de resistencia contra la tradición. “Cuando descubrí cómo habían tratado los medios la noticia me resultó muy decepcionante porque solo se había quedado en la anécdota, cuando realmente su significado era enorme”, ha relatado la cineasta durante su encuentro con la prensa en el 16 Festival de Sevilla.
Strugar sintió entonces la necesidad de contar aquello que había quedado en el olvido. “En Los Balcanes existe una cultura muy machista y tradicional”, ha explicado. En la película y en la realidad, “la cruz es la tradición, la historia, una rémora muy pesada”, algo que “no debe de desaparecer para entender de dónde venimos, pero que es necesario superar para poder crear un mundo más justo”.
La directora balcánica, que ha recordado que esta es la primera película de Macedonia estrenada en España en 27 años, ha sufrido también la losa de su sociedad, sobre todo en los comienzos: “Desde hace cinco años las cosas han empezado a cambiar, pero cuando yo empecé, hace 17 años, era como un extraterrestre en los rodajes, gastaba más energía en demostrar mi parte masculina para ser aceptada que en hacer mi propio trabajo”. Aunque tuve que luchar mucho por mi derecho a dirigir y el hecho de autodenominarme directora”.
Trasladada a la pantalla, esa lucha la protagoniza Petrunya, interpretada por Zorica Nusheva, actriz educada sobre todo en el teatro que se ha estrenado en el mundo del cine con este filme. “Con todo, al final, gracias a la educación, Petrunya es la ganadora porque consigue librarse de esa cárcel que la sociedad ha creado y donde los otros personajes se quedan encerrados”.
Strugar Mitevska compitió con este largometraje por el Oso de Oro en la Berlinale, donde ganó los Premios Guild y del Jurado Ecuménico, y ha destacado además como productora de largometrajes tan aclamados como ‘El peral salvaje’, de Nuri Bilge Ceylan, y ‘Sierranevada’, de Cristi Puiu.
Un juego psicológico donde brillan Adèle Exarchopoulos y Virginie Efira
También es estreno en España ‘El reflejo de Sibyl’, con la que la directora Justine Triet(París, 1978) vuelve al Festival de Sevilla tras proyección de sus anteriores filmes, ‘Los casos de Victoria’ y ‘La batalla de Solferino’. Esta vez compite en Sección Oficial con esta historia sobre una psicoanalista que regresa a su vocación primera, la escritura. “El argumento se acerca a un personaje que más que víctima de sus problemas, es alguien que los resuelve metiéndose en ellos”. Esa idea de resistencia es la que alberga la esperanza, porque lo complicado es “mantenerse en pie cuando todo se desmorona”, ha indicado la directora francesa.
Adèle Exarchopoulos (protagonista de ‘La vida de Adèle’) interpreta en este caso a una actriz desesperada cuya vida es, a ojos de su terapeuta (Virginie Efira), maná para la literatura. El encuentro entre estas dos mujeres pone a circular en pantalla cuestiones como los enredos sentimentales, la psicología, la ficción y el cine. En ese proceso de autosanación, la protagonista tiene que acudir a su pasado, pero Triet asegura que no se trata de flashbacks porque “aunque hay un odio de sí misma hacia su pasado, no está recordándolo sino descubriéndolo, lo que supone para ella una revelación”.
‘El reflejo de Sibyl’ es una película cinéfila que afrancesa al mejor Woody Allen, invoca a ‘Eva al desnudo’ y se recrea en ‘Stromboli’, poniendo en jaque como la manipulación y la traición. Para la autora, estos términos “no tienen siempre que valorarse desde el punto de visto moral, sino que en el cine se pueden tener en cuenta otras representaciones, como su sentido lúdico o de juego para sorprender al espectador”, porque “cuando pienso en mí como público lo que más me gusta es que me sorprendan”, ha concluido Triet.
Antonio de la Torre, Raúl Arévalo y Chema del Barco tienen ‘El plan’
También se ha presentado hoy ‘El Plan‘, que se encuentra entre la amplia cosecha de cine español de esta 16 edición del Festival de Sevilla. Polo Menárguez, que ya estrenó en Sevilla ‘Dos amigos’ (Sección Resistencias, 2013), debuta en el largo de ficción con esta cinta protagonizada por Antonio de la Torre, Raúl Arévalo y Chema del Barco, que vuelven a trabajar juntos después de ‘Tarde para la ira’.
Basada en la obra de teatro homónima de Ignasi Vidal, es la historia de un grupo de amigos en paro, tres perdedores que se encuentran a las 9 de la mañana para ejecutar un plan que se complica según avanza la trama, toda vez que se van destapando las aristas de su amistad. La película, que estos días participa en la Sección Oficial de la Seminci, cuenta con un equipo técnico de acento andaluz, entre el que destacan nombres como el director de fotografía Alejandro Espadero.
Para Menárguez, la película, tocada por tintes de comedia, es un drama sin paliativos: “Incluso podría decirse que es una tragedia, aunque tenga el humor como herramienta”. El director ha explicado que aunque los actores trabajaron a partir de su adaptación de la pieza teatral, también participaron en el guion ayudando a construir escenas y personajes. “Hemos remado todos en la misma dirección”, ha agradecido.
Por su parte, De la Torre ha valorado la capacidad como director de actores que ha encontrado en Menarguez: “Ha sido una experiencia muy bonita porque hemos jugado mucho, como dicen los británicos para referirse a la interpretación, to play”. Preguntado por el oficio de actor, el ganador de dos Goya ha manifestado que la cámara no engaña: “Si hay algo artificioso, el público lo percibirá. La credibilidad es muy importante”.
Nacho La Casa, productor de la cina, ha explicado que ‘El Plan’ nació cuando Polo Menárguez vio la obra de Ignasi vidal en el teatro. “Había salido impactado, así que me pasó el texto y contactamos con el autor”, ha explicado. Todos los actores de la película habían ido al teatro a ver la obra y a todos les había encantado. Eso hizo más fácil que el equipo pudiera reunirse para discutir la adaptación del texto, un guion bastante fiel a la obra original que fue transformado a través del trabajo colaborativo entre los actores. Para Polo, la película tiene “una esencia muy teatral. Aunque quería alejarla y acercarla a lo cinematográfico”.
La película, que se rodó en solo tres semanas es, en palabras de su director, “un drama sin paliativos. Usamos la comedia como herramienta. La película es incluso una tragedia”. El largometraje se desarrolla en una sola localización, el interior de una casa en la que el director quería resaltar “la esencia de tres personajes encerrados en el espacio”, inspirándose en cintas como El ángel exterminador, de Buñuel.