4 Butacas de 5
Esta es la historia de Ping una niña pequeña, huérfana, sirviente del emperador en la China Imperial durante la dinastía Han en la que los dragones y todo el que los ayude son duramente perseguidos y castigados. Ping es pequeña, simpática y valiente, diariamente su trabajo consiste en ayudar a Oma, la viejecita con la que vive, con trabajos sencillos de casa, como la recolección de huevos para la cesta de los invitados de honor, entre otras cosas, pero Ping tiene mucho más por vivir y contarnos ¿será capaz de probarse a sí misma la fuerza que hay en ella a pesar de su corta edad?
Elegida entre todo el pueblo, sin importar su edad, tamaño o limitaciones como sirviente, Ping será la encargada de llevar y cuidar el huevo de los dragones hasta las aguas de nacimiento para proteger y ayudar a nacer al pequeño dragón, todo esto siendo perseguida por un malvado hechicero que busca la inmortalidad. ¿Será capaz de lograr su cometido sin importar si esto le cueste su propia vida?
A través de la maravillosa animación Salvador Simó y Li Jianping logran poner en nuestra mente conceptos complejos de una manera sencilla, como lo es el Chi, una fuerza vital que todos los seres vivos emanan y que con suficiente concentración puede lograr lo imposible.
Una película para toda la familia con el ya conocido viaje del héroe, una historia que funciona. Es verdad que en calidad de construcción de personajes la cinta se va por los estereotipos marcados, ya sea porque es una historia para niños o porque están en función de un argumento muy claro.
Un relato lleno de todo lo que imaginamos al pensar en la China imperial, una cultura perfectamente retratada y la viva existencia de los tan aclamados dragones, y por supuesto un mensaje muy claro sobre la nobleza del corazón, creer en uno mismo y apostar todo por el cometido.