3 Butacas de 5
Cada vez hay menos esperanzas para los fans de los hermanos Coen, de que se vuelvan a juntar detrás de las cámaras y delante de los guiones. Parece que sus caminos han comenzado un paralelismo que va dejando un rastro de películas interesantes, a las que sin embargo les falta algo de la chispa provocada por la simbiosis de estos dos cerebros privilegiados.
La última película dirigida por Joel Coen, ya en solitario fue Macbeth, una suerte de adaptación de Shakespeare, que se tomaba demasiado en serio a sí misma. Esta cinta dirigida por Ethan Coen adolece de lo contrario: es una road movie con elementos identificables del humor y la filmografía de los hermanos, pero que se toma tan a broma que al final uno se siente cansado de escuchar el enésimo chiste sobre lesbianas, penes o sexo.
Y es que ese es para mí su principal problema; que el humor es el gran protagonista de una trama en la que dos chicas lesbianas, por diferentes motivos deciden iniciar un viaje de huida hacia Tallahassee, y el conflicto surge cuando el coche que alquilan para emprender el trayecto es el que iban a alquilar unos mafiosos para entregar un maletín que estaba dentro del mismo. Aquí la historia se bifurca y vemos a esos criminales que son bastante torpes, perseguirlas, y a esas mujeres, que son bastante diferentes entre sí a pesar de ser amigas, tratar de llegar a su destino. Toda la película aderezada con gags sobre orgasmos, sexo oral y muchos equívocos que buscan ser graciosos. Y a veces lo son. Y la mayoría de veces, no.
Si dijera que no me he reído ni una sola vez, estaría mintiendo porque hay ideas y puestas en escena realmente divertidas. Las actrices, Margaret Qualley y Geraldine Viswanathan, a la cual no conocía, lo dan todo y se nota que se lo pasan bien. El inconveniente es que muchas veces a mí me llega poco de todo el buen rollo que desprenden.
Lo más desalentador de esta película no es su existencia en sí misma, que no deja de ser un soplo de aire fresco para quien quiere despejarse un poco de tanto drama y que además cuenta con una duración de poco más de 80 minutos, lo que permite que si no te está gustando, tampoco tengas que sufrir demasiado. Lo más desalentador es que hay otras dos en camino. Ethan Coen quiere hacer una trilogía de temática lésbico-cómica que por tanto lo tendrá secuestrado creativamente durante los próximos años. Tal vez la siguiente sea mejor, pero a juzgar por el desarrollo de los acontecimientos creo que el director de No es País para Viejos quiere divertirse haciendo películas sin importarle demasiado el resultado.
Esto es lo opuesto a Thelma & Louise. Solo se parece en el apartado de que dos mujeres viajan en coche. Es más parecido a un episodio de La Que Se Avecina donde Antonio Recio y Enrique Pastor provocan el caos con unos mafiosos por un malentendido, y lo único que importa es reírte de cada una de sus ocurrencias. Todo esto en clave femenina, con una dirección sensacional y el cameo de unos actores que están en la élite del panorama interpretativo actual y de los últimos 10 años.