3 Butacas de 5
Tras la exitosa King Richard (el biopic sobre la familia Williams), Reinaldo Marcus Green parece haberle cogido el gusto a retratar la vida de grandes leyendas afroamericanas. En esta ocasión escoge uno de los símbolos más relevantes del reggae, Bob Marley, para tratar de mostrar su estilo de vida y su modo de entender el mundo.
Bob Marley: One Love acierta al escoger un tramo concreto de la corta vida del artista y termina por diluirse entre temas de reggae que se meten entre los huesos. A la película se le olvida por momentos seguir un arco narrativo coherente y termina por convertirse en un atropellado y nada bien hilado conjunto de escenas sueltas de la peculiar vida del cantante y compositor jamaicano.
Pese a todos sus problemas de base, la película cuenta con un gran punto fuerte que tampoco sabe explotar como debería, las canciones. Cada vez que se escuchan los tambores y la percusión dan ganas de levantarse de la butaca y mover el cuerpo al compás de la instrumental. Un sonido escurridizo que sabe cómo inundar los pabellones auditivos del más escéptico sin ningún tipo de oposición y a la que la película no le hace ningún tipo de justicia.
La cinta trata de entender a Bob Marley y todo lo que le rodaba: un clima político muy crispado, un pueblo dividido y el movimiento rastafari. Sin embargo, no ataca ninguno de estos temas con la seriedad y el compromiso que se merecen y, al final de cuentas, uno sale sin saber muy bien qué historia han querido contarle.
Bob Marley: One Love es una historia que ayudará a muchos a conocer y entender lo que supuso la música del humilde compositor jamaicano en todo el mundo. El mensaje de sus canciones sigue tan actual como la primera vez que fue escrito y quizá no sea una gran película, pero sirve como una revisión de la historia más que aconsejable.