3´5 Butacas sobre 5
Pavor, angustia, oscuridad. Rodrigo Sorogoyen consiguió con el cortometraje de Madre introducir al espectador en una situación tan dolorosa como intrigante. Aquel corto era la semilla de una historia que el cineasta contó a través de Marta Nieto, actriz protagonista del primer trabajo, y que merecía verse en forma de largometraje. Ese momento llega este fin de semana con el estreno de la película Madre.
Una simple llamada puede cambiar la vida de las personas. Puede provocar el dolor más amargo que puede existir para cualquier mamá, perder a un hijo, ante la imposibilidad de reaccionar inmediatamente. Así empieza la nueva película de Rodrigo Sorogoyen.
Un film que se te clava en el alma a través de una historia oscura pero que busca la luz de sus personajes en sus dos horas de duración. Una esperanza que se trata de conseguir sobre una trama que el espectador no espera tras el doloroso arranque.
Rodrigo Sorogoyen demuestra una lección de versatilidad en su carrera. Los últimos años nos ha deleitado con thrillers llenos de tensión, y aquí el cineasta no la deja de lado. Es innegable el talento que Sorogoyen tiene para narrar historias que hacen que te agarres a la butaca, que provocan que nuestras miradas se claven en la pantalla. Un objetivo que cumple con creces con una historia tan dolorosa como tierna a la vez.
Marta Nieto es sin duda lo mejor de la película. La actriz brilla en cada plano y en cada transcurso de su interpretación donde el silencio habla por sí solo. Miradas, roces, susurros, todo en Madre cobra sentido a través de un viaje en la búsqueda de la esperanza tras conocer la caída a los infiernos por una pérdida. Le acompañan a la protagonista el actor Alex Brendemühl, impecable y majestuoso no solo por su físico sino por su talento, encarnando a uno de los bastones en los que se apoya Elena (Marta Nieto) a lo largo de la película. Los dos intérpretes junto al trabajo en la fotografía de Alejandro de Pablo, nos regalan uno de los planos más hermosos que veremos.
La película gira en torno a la necesidad de seguir hacia delante a pesar de estar muertos en vida. Perder a un hijo y pasar página no es una tarea sencilla. Siempre queda el dolor y las decisiones que se pudieron haber tomado. El cineasta e Isabel Peña han construido un viaje emocional a través de una historia de cariño y amor, entre Marta Nieto y el personaje de Jean (Jules Porier), y que bien puede resultar incómoda para el espectador, aunque está contada de una manera hermosa y directa al alma.
Las imágenes del film son de una gran belleza, no solamente los planos de la playa o la luz, sino en cuanto a la técnica del rodaje en la que cada secuencia forma parte de un vehículo que nos transporta en la historia.
Madre es una película notable, que bien podría haber sido rotunda con la explicación de algunas partes de la trama y con el uso menos empleado de varias elipsis. Aún por esas, la nueva película de Rodrigo Sorogoyen es un ejemplo de buen cine además de una historia tan bella como emocionante.