2 Butacas de 5
Sam y Tamira, dos adolescentes hindús estudiando en el mismo colegio estadounidense. Desde pequeñas, inseparables, sin embargo, la necesidad de pertenencia de Sam, le genera rechazo no solo hacia su antigua amiga, sino también a sus raíces hindús.
Todo iría sobre ruedas para Sam, nuevos amigos, “fiestas normales”, el único lugar en el que regresa a sus orígenes, es en casa, pero el comportamiento de Tamira, cada vez más raro, temeroso y oscuro, llevará a Sam a indagar en demonología hindú para poder salvar a su amiga de la infancia.
El argumento es claro, la adolescente que aborrece su cultura aprende de sus raíces casi que para salvar al mundo. El demonio no es más que la personificación de todo eso de lo que Sam no solo no estaba convencida, sino que le parece ridículo hasta que la realidad le explota en la cara.
La cinta que tiene como objetivo combinar terror integrando la cultura hindú, parece tener el mismo problema que su protagonista, la necesidad de encajar con las películas de terror estadounidenses. Esta necesidad la vuelve poco fiel a su planteamiento; los personajes, las situaciones y conflictos son típicos de una película de terror americana, por lo que, recursos como los jumpscares no se hacen esperar.
Algo a destacar del filme es la participación activa de la familia de Sam, específicamente de su madre, al fungir como puente entre la religión y Sam, maestra de su propia hija, se vuelve no solo una pista en el mapa, sino un gran escalón en el que la protagonista encuentra las respuestas y el impulso necesario para seguir. Una responsabilidad que pocas veces se les da a personajes tan cercanos a la protagonista.
“Vive dentro” se presenta con una pregunta muy clara ¿puede algo que ignoramos sobre nuestra cultura, alimentarse de nosotros mismos? Una pregunta interesante y alentadora para no dejar pasar este filme.