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Hay historias de amistad que cruzan el umbral de las emociones. Lazos entre amigos que perduran en el tiempo, la memoria y la vida. Personas con un carácter tan diferente entre ellos aunque consiguen congeniar abriéndose paso en la vida. Un recorrido de ensueño como es el amanecer de nuestros días
‘Robot Dreams’ es un relato de sueños hechos realidad. De esos que imaginamos cuando cerramos los ojos; los que surgen al apagar la televisión mientras observamos por la ventana imaginando aquella vida o compañía que pudimos tener. La soledad nos inunda a diario, pero siempre buscamos la manera de sentirnos acompañados.
La nueva película de Pablo Berger no solamente es la película con más alma del año, es un relato que aborda el poder de la imaginación y de nuestros sueños; esos que han permitido al cineasta seguir siendo un niño grande con el que expresar sus emociones a través del arte.
Un largometraje de animación que expone la historia de amistad entre un solitario perro y un robot en las calles de New York. El largometraje tuvo su estreno mundial en el Festival de Cannes, lugar en el que se inició un periplo de sentimientos que han llevado a la película a multitud de lugares además de haber sido nominada a Mejor Película de Animación en los European Film Adwards y los Premios Goya 2024.
La adaptación de la novela gráfica de Sara Varon se moldea a la perfección gracias a los retazos de color en los que la amistad, su importancia y la fragilidad de nuestras vidas eleva el propio largometraje hacia una auténtica delicia para nuestros ojos. ‘Robot Dreams’ es una película en la que el ruido de la sociedad comulga con una historia muda, en la que los silencios de sus protagonistas, sus gestos y expresiones convierten a la adaptación de Pablo Berger en una oda a la propia vida y el amor por ella.
El cineasta se ha rodeado además de artistas como José Luis Ágreda, quien fuera director de arte de la magistral ‘Buñuel en el Laberinto de las Tortugas‘. Las vidas de Dog y Robot son un caramelo para el mundo visual y sonoro, una joya que borda la perfección de lo que debe ser el cine y que, aunque muchos conservadores del séptimo arte no hayan sido capaces de verlo, la película rompe el techo de cristal a través de la magia emocional que tiene impregnada.
Pablo Berger es un mago cinematográfico, un químico del cine que mezcla las emociones humanas con la propia vida de sus personajes a través de un relato que es pura perfección, la película con más alma del año.
