El largometraje de Marta Gómez y Paula Iglesias recoge la historia de una mujer que desafió las convenciones en su país, Pakistán
El largometraje documental FLYING HANDS de Marta Gómez y Paula Iglesias, actualmente en estado de postproducción, participa en la 24.ª edición del The Euro-Mediterranean Documentary Market & Pitching Forum MEDIMED, que se celebra en Sitges desde mañana jueves 12 de octubre hasta el domingo 15 de octubre. Medimed Doc Market es un mercado de coproducción y cofinanciación en la que cineastas y agentes de la industria audiovisual debaten sobre una variada lista de proyectos documentales en diferentes etapas de desarrollo, aumentando así las posibilidades de distribución de sus filmes producidos recientemente. En el caso de FLYING HANDS, ha sido seleccionado junto con otros siete proyectos de diferentes países para participar en la sección Anti Pich, dirigida a proyectos en fase avanzada de postproducción, donde reciben un asesoramiento personalizado por parte de un comité de expertos internacionales formado por programadores, distribuidores y agentes de ventas.
Producido por Al Borde Films y Labografías. Nodos de expresión, FLYING HANDS, que también participó en el Foro de Coproducción de Documentales Lau Haizetara de San Sebastián 2022, se rodó en Pakistán y narra la historia de Aniqa y Narjis, una madre y su hija que nos conducen por un viaje a través de la región de Baltistán, donde Aniqa ha construído una escuela y hogar para personas sordas.
Con guion y dirección de Paula Iglesias y Marta Gómez —que también ejercen la labor de dirección de fotografía—, FLYING HANDS cuenta con Sara Blanco como directora de producción. Basharat Ali es ayudante de producción, mientras Ghulam Abbass y Asif Hussain Ansari son auxiliares de producción. Iosu Gonzalez y Maite Arroitajauregi se encargan del diseño sonoro, y Abdul Hameed del sonido directo. Raúl Barreras firma el montaje y Lara Vilanova, el color. Samina Anjum se encarga de la traducción. Sara Blanco, Paula Iglesias, Noelia del Potro, Marta Casquero y Marta Gómez son las productoras ejecutivas.
Rodado en urdu y balti, en plena cordillera del Karakórum, en Pakistán, FLYING HANDS es una historia que habla de un compromiso, de cómo la integración e igualdad de oportunidades para todas las personas suponen un beneficio directo para la convivencia de la sociedad. Aniqa no solo ha luchado por los derechos de sus hijas, sino que lo ha hecho por todas las hijas de su comunidad y de manera desinteresada. Narjis cambió la vida de su madre y Aniqa cambió la vida para la que su contexto hija estaba predestinada.
El equipo de Flying Hands es el mismo que está detrás del cortometraje documental HONDARRAK (En Ruinas), candidato a los Goya y los Forqué, donde conocemos a dos mujeres que sostienen un mundo donde los cuidados están en ruinas. Este film de 15 minutos escrito y dirigido por Marta Gómez y Paula Iglesias acaba de recibir el Premio al mejor documental en la secciónOUFF en Curto del 28.º Ourense Film Festival, Estrenado a nivel mundial en noviembre de 2022 en el 33.º New Orleans Film Festival, en Louisiana (USA), su estreno nacional tuvo lugar en la 64.ª edición de ZINEBI. Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao. Desde entonces, este film ha participado en numerosos festivales y ha recibido premios como Cortos en Femenino, otorgado por Trama, Coordinadora de Muestras y Festivales de cine, vídeo y multimedia realizados por mujeres; el Premio Competencia de Cortometrajes en la sexta edición del Santiago del Estero Film Festival, en Argentina; o el Premio Millor Curt Documental en el 14.º Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos de Valencia – HUMANS FEST.
SINOPSIS
En plena cordillera del Karakórum, en Pakistán, Aniqa Bano da a luz a una niña sorda, Narjis. Hasta entonces desconocía no solo el rechazo y estigma hacia estas niñas, sino su propia existencia, ya que permanecían ocultas por la vergüenza de sus familias.
Dieciséis años después, Narjis lee los diarios de su madre donde narra los obstáculos, tanto personales como sociales, que ha debido superar por querer defender la dignidad y derechos de un colectivo que llevaba siglos condenado a no poder tener una vida plena. Ni siquiera una vida en calidad de ser humano.
Madre e hija nos conducen por un viaje a través de la región de Baltistán, donde Aniqa ha construído una escuela y hogar para personas sordas. Allí no solo reciben educación y respeto, sino que descubren un mundo de posibilidades y derechos a los que también pueden aspirar.
Esta historia nos habla de un compromiso, de cómo la integración e igualdad de oportunidades para todas las personas suponen un beneficio directo para la convivencia de la sociedad.
DECLARACIONES DE LAS DIRECTORAS
“Nos preguntamos quiénes y cómo seríamos hoy si nos hubiesen quitado nuestro nombre cuando éramos niñas. Si no hubiésemos recibido ningún tipo de educación, no porque no pudiésemos acceder a ella sino porque no teníamos derecho. Si nadie nos hubiese enseñado a comunicarnos y tuviésemos que vivir para siempre en el silencio. Si hubiésemos vivido escondidas y apartadas de la sociedad por vergüenza. ¿Por qué? Por nacer sordas.
Esto es lo que le hubiese pasado a Narjis si Aniqa, su madre, no hubiese luchado por sus derechos. En palabras textuales de su suegra: “no te preocupes por haber tenido una niña sorda, has ganado una sirvienta.” Aniqa supo escuchar el silencio de su hija. Nosotras, quisimos escucharle a ella.
Nos llevamos las manos a la cabeza porque a miles de kilómetros las personas sordas no gozan de los mismos derechos pero, ¿cómo se tratan las diversidades a escasos metros de nosotras? Esta reflexión nos ha ayudado a afrontar este proyecto despojándonos de los paternalismos que, incluso como mujeres, a veces se ejercen inconscientemente. Aniqa nos ha hecho darnos cuenta de que existen muchas barreras, no sólo las físicas.
Ojalá que el silencio de las montañas del Karakórum nos ayude a escuchar con algo más que los oídos”.