4 Butacas de 5
Hace unos días conversaba con Guillermo de Oliveira, director del Almería Western Film Festival sobre el western. El género por excelencia que nos ha hecho gozar a través de la venganza, el humor, el amor, el drama y la desesperación. Sentimientos que han caminado por desiertos inabarcables, con aroma a pólvora, sangre y que ha sabido adaptarse a la actualidad. Un estilo cinematográfico que sigue usándose por otros géneros para narrarnos historias de terror, de fantasía y thrillers tan inmensos como ‘Last of Ashes (Läif a Séil)’.
La película, proyectada en la sección Nuevas Visiones de Sitges, se ha convertido en la mayor sorpresa que he podido disfrutar en la 56 edición de Sitges. Un largometraje rudo, crudo y violento sobre la venganza y el dolor de una comunidad que sufre la tiranía patriarcal de la familia Graff. El largometraje desde el comienzo nos deja boquiabiertos con veinte minutos que poseen el sello de su director Loïc Tanson, demostrando que estamos ante un cineasta que deja su seña de autor en los primeros compases. Si Luis Buñuel nos mostraba el horror de aquello que le provocaba amargura, aquí el cineasta se las ingenia para provocar pavor en el espectador a través del dolor de mujeres, hombres y niños ejercido por los tiranos, una fuerza y odio que dará lugar al germen de lo que será el guion de las dos horas de película.
A través de una escenografía en la que se respira la mugre y el dolor del Luxemburgo de 1854, el largometraje nos presenta a Helene, una joven que regresa al lugar natal del que se escapó tras sufrir el trato déspota que sufrieron los suyos y el resto de habitantes de la zona a manos de los terratenientes. Su objetivo no será otra que trazar un plan para ejecutar la venganza contra ellos acabando con una clase absolutista y aristócrata que ejerce el poder sobre los más débiles.
Con un estilo impecable, en el que hay homenajes hacia el western más europeo, rudimentario y bello a la vez, el cineasta ejerce una crítica sobre el doloroso patriarcado, el poder, la corrupción y la violencia sobre los más débiles. Una historia sobre la redención del ser humano, la que ha sido vapuleada por los tiranos y que posee también alegorías en el retrato de sus elementos como las máscaras de las cortezas de los árboles en las jóvenes niñas del pueblo.
‘Last of Ashes’ no tiene nada que envidiar a las producciones norteamericanas. Es más, el cineasta se las ingenia también para mostrar el amor que posee al género homenajeando a los filmes de Ford, Hawks, Sturges o Clint Eastwood. Una película dinámica, con personajes oscuros que empapan de una esencia llena de dolor y venganza en una época en la que el machismo era el veneno más peligroso que existía.
Una historia de tradiciones, de poder femenino que se entremezcla con la barbarie humana y la violencia más cruel sobre la inocencia. Una película contundente e impecable que debería verse en todas las carteleras universales.