4 Butacas de 5
En 2012 Paco Plaza realizó sus votos religiosos absolutos con el género de terror. Fue ‘Rec 3: Génesis’ la película con la que certificó por completo su declaración de amor al horror tras dos películas predecesoras de una de las sagas más importantes de la cinematográfica española.
Con el paso del tiempo, el cineasta valenciano ha ido dejando su sello en todo lo que ha tocado convirtiéndose en uno de los mejores directores de cine del panorama nacional. Su manera de entender el terror, de escarbar en la oscuridad del alma y de crear una atmósfera exquisita con todos los códigos le han catapultado hacia el abismo celestial del género.
‘Hermana Muerte’ es la nueva obra del realizador valenciano, película con la que ha dado el pistoletazo de salida a la 56ª edición del Festival de Sitges. Situada en el mismo universo que ‘Verónica’ (2017) estamos ante un largometraje que cimenta sus bases en la atmósfera del dolor y la culpa.
Contextualizada en plena posguerra, años en los que la desesperación del ser humano era palpable, la necesidad de encontrar una vía hacia la salvación y la esperanza encontraba una de sus puertas en los círculos religiosos. Los conventos se habían convertido en un lugar de redención y de acogida, pero también unos muros que estaban manchados con el dolor de la guerra.
Paco Plaza se las ingenia desde el principio presentando un sello de autor, filmado al milímetro, mediante una atmósfera que rebusca en el misterio, en el sentimiento de la culpa y el dolor de los dogmas de la Fe. Las dudas de la divinidad, de lo desconocido y de un pasado lleno de pesadumbre son los integrantes de una historia escalofriante en muchos aspectos, bebiendo de la esencia más claustrofóbica y con los ojos de la inocencia como protagonistas.
Aria Bedmar encarna a la Hermana Narcisa, una joven novicia que acude a un antiguo convento, ahora colegio para niñas huérfanas, incorporándose como maestra de literatura antes de sellar sus votos perpetuos. A medida que pasan los días una presencia extraña comienza a inquietar a la joven postulante y sus presentes, atormentándoles a través del dolor, los sucesos paranormales y la redención del pecado.
Una película directa, que no escatima en ningún tipo de recurso como tampoco de escenas explícitas, elevando el misterio hasta la parte final en la que nos estallan todas las razones. Uno de los aspectos más positivos del largometraje es el sello que deja Paco Plaza en muchas escenas, atrapando desde el inicio en la composición de los planos, notando el aroma del sufrimiento. El largometraje no innova ni tampoco le hace falta. Es una historia que esconde mucho más en la profundidad de los falsos dogmas que se imparten y de los que son indignos para procesar la Fe.
‘Hermana Muerte’ conlleva también una crítica a las palabras sagradas, a la utilización de la culpa como arma de un discurso que diferencia el bien del mal y de los secretos que se esconden incluso en los lugares que son tildados de la sagrada bondad.
Con ‘Hermana Muerte’ Paco Plaza vuelve a erigirse como uno de los mejores directores del género de terror, una película que cuenta además con la producción de El Estudio, productora fundada por Diego Suárez Chialvo, Pablo Cruz y Enrique Lavigne; con éste último ya hizo disfrutar a los fans del terror con la espeluznante ‘Verónica’. El largometraje se estrena el próximo 27 de octubre en Netflix.