Vuelve el Festival de Cine de San Sebastián una vez más, esta vez con su 71 edición. Parece que fue ayer cuando Los reyes del mundo se alzaban con la Concha de Oro, pero un año da para mucho y ya tenemos una nueva remesa de películas dispuestas a disputarse uno de los premios más importantes de la industria cinematográfica española.
Esta vez, el destino ha querido que los primeros tres días de festival hayan sido destinados a varias de las grandes películas de la sección Perlak, que han ocupado gran parte de la conversación durante estas jornadas del festival. Nombres que van desde Jonathan Glazer hasta J.A Bayona, pasando por realizadores como Justine Triet, Maite Alberdi o Wim Wenders.
‘The Zone of Interest’, de Jonathan Glazer
Cualquier persona que recuerde alguna de las películas de Jonathan Glazer (esa Under The Skin es difícil de olvidar) debe estar cuanto menos interesado en su nueva película. Y más cuando es una reflexión sobre la familia en un marco tan tenebroso y violento como es el campo de concentración de Auschwitz. The Zone of Interest destaca no tanto por su historia o su guion, sino por la forma que tiene el inglés de hablar de algo tan desagradable como el Holocausto desde una perspectiva tan poco vista en la historia del cine. Una cinta aterradora incluso sin mostrar toda la violencia que rodea a sus protagonistas, gracias al talento de Glazer detrás de las cámaras. Una película estimulante que, no siendo para cualquier espectador, termina convirtiéndose en una obra contemporánea y clave sobre el Nazismo.
‘Perfect Days’, de Wim Wenders
Wim Wenders vuelve al ruedo después de muchos años. El director alemán llega a la Concha con Perfect Days, una oda a la vida cotidiana y tranquila protagonizada por Koji Yakusho, que interpreta a un hombre cuya rutina se basa en trabajar, escuchar su música favorita y disfrutar de esos pequeños instantes de felicidad. Lo cierto es que lo nuevo de Wenders ha sido una sorpresa mayúscula. Sin ser gran cosa ni pretender sorprender al espectador, Perfect Days es una cinta agradable, preciosa, y con muchísimo corazón. Conquistará a cualquiera que adore los pequeños placeres de la vida. Yakusho es el alma de la película, regalándonos una interpretación tan discreta como preciosa.
‘Fallen Leaves’, de Aki Kaurismaki
Aki Kaurismaki también está en San Sebastián, pero esta vez con una historia de amor como poquitas nos hemos encontrado en este festival. Dentro de un mundo que se va desmoronando por la falta de amor y las continuas guerras, una dependiente y un trabajador de obra comienzan a conocerse, intentando empezar una historia de amor que va y viene a lo largo del film. Y es que puede que Fallen Leaves no deje de ser una historia de amor entre dos personas rotas por la vida y la misma sociedad, pero eso no hace que sea aburrida o manida. Kaurismaki se encarga de darle corazón a unos personajes paródicos y caricaturizados, dentro de un marco tan horroroso como realista: nuestra propia vida. Una obra maestra del finlandes que rebosa amor y que sí, consigue hacerte sonreír en más de una ocasión.
‘Dispararon al pianista’, de Fernando Trueba y Javier Mariscal
Fernando Trueba y Javier Mariscal es un combo infalible en muchos momentos. Solo hace falta ver el triunfo de crítica, público y premios que consiguieron con Chico & Rita. Aquí regresan con Dispararon al pianista, una cinta que narra la investigación de un periodista musical por destapar y resolver la desaparición de Tenorio Jr., un pianista brasileño clásico del jazz de los años 60-70. Los directores saben muy bien cómo trasladar esta ardua investigación al formato animado, haciendo que interese incluso al espectador que no esté especialmente informado de esta clase de movimiento musical. Puede que su ritmo se resienta y que incluso cueste entrar de primeras, pero no deja de ser un ejercicio audiovisual de lo más estimulante.
‘La sociedad de la nieve’, de Juan Antonio Bayona
Juan Antonio Bayona es uno de los grandes directores del cine español actual. Ha conquistado al público con películas como Lo imposible o Un monstruo viene a verme, pero La sociedad de la nieve era un reto completamente distinto. La famosa historia de los jugadores uruguayos que se estrellaron en los Andes ya había sido contada, pero Bayona lo lleva a otro nivel. La forma en la que narra el intento de supervivencia de estos hombres hace que la película sea una tensión constante. El director se contiene emocionalmente para contar una historia que, de una forma u otra, nos llega a todos al corazón. Agobiante, atronadora y con una banda sonora que pasará a la historia de nuestro cine.
‘Monster’, de Hirokazu Koreeda
Koreeda es un sospechoso habitual del Festival de San Sebastián. El año pasado estuvo con Broker, una cinta que, a pesar de contentar a la mayor parte del público, terminó quedándose a medio gas. En Monster, el japonés vuelve a traernos una historia sobre la familia y la búsqueda de la identidad, en la que una madre soltera tendrá que descubrir de dónde proviene el extraño comportamiento de su hijo. Koreeda se encarga de llevarnos por la trama desde los diferentes ángulos que la conforman, agilizando la acción y haciendo que el ritmo no decaiga en ningún momento. Un drama familiar precioso sobre lo que realmente sentimos y sobre nuestra identidad en el que el director se vuelca de lleno, incluso a pesar de ser tramposa en ciertos instantes. Podría estar perfectamente entre las mejores de su filmografía. Y sí, la banda sonora de Sakamoto es perfecta para la película.
‘Fingernails’, de Christos Nikou
Llegamos a una de las grandes sorpresas de la Sección Oficial del festival. El griego Christos Nikou presenta su nueva película tras Apples, titulada Fingernails. El reparto no tiene ningún tipo de pérdida: Jessie Buckley, Riz Ahmed, Jeremy Allen White, Luke Wilson y Annie Murphy. Una sucesión de grandes nombres de actualidad que realizan una película que está a la altura de las expectativas. La premisa, siendo muy alocada en ciertos momentos, consigue llevar la historia al punto más romántico y enternecedor posible. Mucha sensibilidad y delicadeza (aunque no tanta con las uñas) para contar una historia de desamor refrescante que ha revitalizado la competición. Puede que no consiga mucho a nivel de palmarés, pero ha conseguido algo mejor: el cariño de toda esta gente.
‘Anatomía de una caída’, de Justine Triet
Y llegamos a la tremenda ganadora del último Festival de Cannes. Anatomía de una caída no tiene nada que ver con los anteriores trabajos de su directora, Justine Triet. En esta nueva película, la directora francesa disecciona a la perfección la relación de un matrimonio cuando uno de sus miembros muere en extrañas circunstancias. Es aquí cuando la acción comienza y no para en ningún momento, dejando al espectador con la duda constante entre la ficción y la realidad. La nueva película de Triet termina siendo un entretenido rompecabezas que pone al espectador en el centro de la historia, al que le da las pistas necesarias para que él mismo juegue y determine lo que está pasando realmente. No deja de basarse en un detonante visto mil veces tanto en cine como en televisión, pero eso no quita que la directora haya realizado una obra de orfebrería casi perfecta, en la que sus dos horas y media se sienten como un paseo, como todo un juego para el público. Un thriller psicológico muy fino en su ejecución que será todo un placer para los amantes de las películas de juicios.
‘Ex-Husbands’, de Noah Pritzker
Otra de las sorpresas de la sección oficial viene de la mano del director estadounidense Noah Pritzker. Ex-Husbands es una cinta que, al igual que la de Nikou, resulta refrescante para el espectador que intenta arduamente ver todas las películas a competición. Una peli sencilla, sin pretensiones, con personajes divertidos y con los que puedes llegar a empatizar en todo momento. La historia sobre un padre y sus dos hijos que tienen que luchar por sobrellevar sus diferentes dramas amorosos hará que el público se divierta, en parte gracias al carisma que desprende su protagonista, Griffin Dunne. Un pequeño divertimento para los fans de las comedias de enredo (y algo negras).
‘La memoria infinita’, de Maite Alberdi
Después de calentarnos el corazón con El agente topo, Maite Alberdi regresa también al Festival de San Sebastián con su nueva película. Esta vez, la directora chilena llega con La memoria infinita, una historia real protagonizada por Augusto Góngora y Paulina Urrutia, una pareja que debe afrontar una nueva etapa cuando él comienza a padecer alzheimer. La película cuenta una historia repleta de verdad que conquistará los corazones de todo el mundo, haciendo que a más de un espectador se le caigan las lágrimas. La dirección de Alberdi hace que el público se convierta en un intruso dentro de la vida de esta pareja, que fue parte del cambio y la evolución de Chile a lo largo de las últimas décadas del siglo XX. Completamente increíble y recomendable.
‘La estrella azul’, de Javier Macipe
Nos volvemos a meter en nuestro cine pero esta vez para hablar de un debut. Javier Macipe realiza su primera película, La estrella azul, una cinta musical que cuenta con muy buenas intenciones pero que termina quedándose algo coja en ciertos momentos. Su valor metaficcional enriquece la película y la lleva a otro punto, gracias a la notable dirección de Javier Macipe, que hace que la cinta resulte un poquito más redonda. Pepe Lorente es el alma de la película gracias a su Mauricio Aznar, tan divertido como contradictorio. Incluso con ciertos instantes en los que resulta algo cargante, La estrella azul es una buena ópera prima que puede tener su lugar dentro de las grandes cintas españolas del 2023.