3 Butacas de 5
No sé si a ti te interesa, pero normalmente cuando me enfrento a un largometraje ‘basado en hechos reales’, como que tengo ciertas reticencias. Igual los telefilms de sobremesa han dejado huella en mí, o quizás, el hecho de ceñirse demasiado a la verdad lastra demasiado la narrativa cinematográfica. Aunque es verdad que no hace falta irse muy lejos para demostrarme que hay auténticas joyas que relatan sucesos históricos, sea del tipo que sea. Véase ‘La red social’ del maestro David Fincher o la más reciente ‘Oppenheimer’
En la película en cuestión, el youtuber de medio pelo Roaring Kitty, cuyo nombre real es Keith Gill, desempeña el papel de analista e inversor amateuren su tiempo libre. El día a día de un paria social amante de los gatos que alcanza gran fama al enfrentarse, como sugiere su propio título, a Wall Street. Esto provoca un frenesí financiero que ocasiona más de un dolor de cabeza a las personas más adineradas del famoso distrito de Nueva York. Gill invierte todo su dinero en las tiendas GameStop, lo que desencadena lo que se conoce como un ‘estrangulamiento’. Los pequeños compradores de acciones dominan el mercado, haciendo que una empresa que antes no era muy relevante comience a crecer a pasos agigantados. Todo esto es gracias al modesto dinero de personas comunes que apuestan todo lo que tienen en lo que Gill les promete como un éxito seguro. A medida que las acciones siguen aumentando y los beneficios se multiplican, los personajes se debaten entre mantenerse firmes para obtener mayores ganancias o vender. Cuanto más luchan por sus intereses, más acorralada queda Wall Street.
Comienza la batalla.
¿Quién ganará?
Craig Gillespie, el director, es bastante irregular en su carrera. Combina proyectos interesantes como ‘Yo, Tonya’ o ‘Cruella’ con otros más desiguales que ni vale la pena mencionar. Pareciera que todo depende del grado de interés que tenga en el encargo en cuestión. Tiene buenas ideas y una ejecución notable, pero no aporta mucha innovación en sus formas, en comparación con otros cineastas de su generación. Es cierto que en ‘Golpe a Wall Street’, logra manejarse con una trama coral, numerosos personajes y locaciones variadas, mezclando elementos de ficción y documental con un toque de humor. El montaje es interesante, aunque no particularmente original, y la historia tiene cierto atractivo, aunque le falta fuerza.
Paul Dano está realmente bien, lo cual es de esperar de él, especialmente cuando interpreta a un nerd entrañable. Él es el núcleo de la película, aunque su tiempo en pantalla no es excesivo. Sabe transmitir emociones tanto al espectador como a los personajes que le rodean. Tiene talento y carisma.
Del resto del reparto destaca la gran actriz Shailene Woodley (bastante desaprovechada, por cierto) como pareja de baile de Dano. Sebastian Stan como un rico de nueva generación, America Ferrara con el rol más humano, y un poco entregado, Seth Rogen como multimillonario afectado por las acciones bursátiles desencadenadas por Keith Gill.
En definitiva, no es tan gamberra como parece, aunque no es mala película. Se disfruta cómodamente, sin entrar en complejidades financieras, y funciona sin arriesgar tanto como cierta película de Adam Mckay.
Es interesante, entretenida y cuenta con un elenco más que destacado. Te hará pasar un buen rato sin exigir demasiado.